Y le vió cierto hombre, el cual dió parte de ello a Joab, diciendo: ¡He aquí que acabo de ver a Absalom colgado en un roble!
2 Samuel 18:11 - Biblia Version Moderna (1929) Entonces dijo Joab al hombre que le dió la noticia: Y bien, ya que le viste, ¿por qué no le heriste allí mismo, echándole a tierra? y de mi obligación hubiera sido darte diez siclos de plata y un tahalí. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y Joab respondió al hombre que le daba la nueva: Y viéndolo tú, ¿por qué no le mataste luego allí echándole a tierra? Me hubiera placido darte diez siclos de plata, y un talabarte. Biblia Nueva Traducción Viviente —¿Qué? —preguntó Joab—. ¿Lo viste ahí y no lo mataste? ¡Te hubiera recompensado con diez piezas de plata y un cinturón de héroe! Biblia Católica (Latinoamericana) Joab dijo al que le trajo la noticia: '¡Así que lo viste! ¿Y por qué no lo mataste allí mismo? Te habría dado diez piezas de plata y un cinturón'. La Biblia Textual 3a Edicion Y Joab dijo al hombre que le había dado la noticia: Y viéndolo tú, ¿por qué no lo heriste allí derribándolo a tierra? Por mi parte te habría dado diez siclos de plata y un tahalí. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Replicó Joab al hombre que le traía la noticia: 'Si lo has visto, ¿por qué no lo abatiste allí mismo a tierra? Yo te habría dado diez siclos de plata y un cinturón'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Joab respondió al hombre que le daba la nueva: Y viéndolo tú, ¿por qué no le heriste luego allí echándole a tierra? Yo te hubiera dado diez siclos de plata, y un talabarte. |
Y le vió cierto hombre, el cual dió parte de ello a Joab, diciendo: ¡He aquí que acabo de ver a Absalom colgado en un roble!
Mas aquel hombre contestó a Joab: Aunque se pesaran en mi mano mil siclos de plata, no extendería mi mano contra el hijo del rey; porque, oyéndolo nosotros, os mandó el rey a ti y a Abisai y a Itai, diciendo: ¡Guardaos, quienquiera que sea, respecto del joven Absalom!
También decid a Amasa: ¿No eres tú mi hueso y mi carne? ¡Así haga conmigo Dios, y más aún, si no has de ser jefe del ejército en mi presencia perpetuamente, en lugar de Joab!
¡Óyeme, porque el enemigo ha perseguido mi alma; ha postrado hasta la tierra mi vida; me ha hecho habitar en tinieblas como los que ya ha mucho que murieron!
Asimismo son los caminos de todo aquel que es codicioso de ganancia injusta; la cual quita la vida de sus dueños.