Porque aconteció, como si fuese cosa liviana andar en los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, que tomó por mujer a Jezabel, hija de Et-baal, rey de los Sidonios, y fué y sirvió a Baal, y le adoró.
2 Reyes 9:34 - Biblia Version Moderna (1929) Luego entró en la casa, y comió y bebió; después dijo: Ruégoos miréis por aquella maldita, y dadle sepultura; que al fin es hija de rey. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entró luego, y después que comió y bebió, dijo: Id ahora a ver a aquella maldita, y sepultadla, pues es hija de rey. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego Jehú entró al palacio, comió y bebió. Después de un rato dijo: «Que alguien se encargue de enterrar a esa maldita mujer, porque era hija de un rey»; Biblia Católica (Latinoamericana) Después Jehú entró, comió y bebió; luego dijo: 'Preocúpense de esa maldita y denle sepultura, pues es una hija de rey'. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando él hubo entrado, comió y bebió, y después dijo: ¡Ocupaos de esa maldita y sepultadla, pues es hija de un rey! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entró él, y después de comer y beber, ordenó: 'Id a ver a esa maldita y enterradla, pues es hija de rey'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entró luego, y después que comió y bebió, dijo: Id ahora a ver aquella maldita, y sepultadla, pues es hija de rey. |
Porque aconteció, como si fuese cosa liviana andar en los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, que tomó por mujer a Jezabel, hija de Et-baal, rey de los Sidonios, y fué y sirvió a Baal, y le adoró.
¶Entonces dijo Elías a Acab: ¡Sube, come y bebe; porque hay sonido de abundancia de lluvia!
(A la verdad ninguno hubo como Acab, el cual se vendió para hacer maldad delante de Jehová; a quien le incitó Jezabel su mujer.
Y él dijo: ¡Echadla abajo! y la echaron; y su sangre salpico en la pared y en los caballos: y él mismo la holló.
Fueron pues a enterrarla; pero no hallaron de ella más que la calavera y los pies y las palmas de las manos.
Y los correos salieron, apremiados por la orden del rey; y el edicto fué promulgado en Susán, ciudad metrópoli. Y el rey y Hamán se sentaban a beber; pero la ciudad de Susán estaba perpleja.
La memoria del justo será bendita; pero el nombre de los inicuos se podrirá.
Y dejaréis vuestro nombre por execración a mis escogidos; puesto que Jehová el Señor te matará a ti, y a sus siervos les dará otro nombre:
los que duermen en camas de marfil, y en los banquetes se extienden sobre sus lechos, y comen corderos tomados del rebaño, y becerros del pesebre;
Entonces dirá también a los que estarán a su izquierda: ¡Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles!