Ahora bien, envía y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo; también a los profetas de Baal, cuatrocientos cincuenta, y a los profetas de la Ashera, cuatrocientos; los cuales comen a la mesa de Jezabel.
2 Reyes 4:25 - Biblia Version Moderna (1929) ¶Caminó pues, y vino al varón de Dios en el monte Carmelo. Mas cuando el varón de Dios la vió desde lejos, dijo a Giezi su criado: ¡He allí a esa Sunamita! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Partió, pues, y vino al varón de Dios, al monte Carmelo. Y cuando el varón de Dios la vio de lejos, dijo a su criado Giezi: He aquí la sunamita. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando ella se acercaba al hombre de Dios, en el monte Carmelo, Eliseo la vio desde lejos y le dijo a Giezi: «Mira, allí viene la señora de Sunem. Biblia Católica (Latinoamericana) Partió y llegó donde el hombre de Dios que estaba en el monte Carmelo.
Cuando el hombre de Dios la divisó de lejos, dijo a Guejazí, su sirviente: 'Allí viene la Sunamita. La Biblia Textual 3a Edicion Y fue y llegó al varón de Dios en el monte Carmelo. Y sucedió que cuando el varón de Dios° la vio de lejos, dijo a su siervo Giezi: He aquí la sunamita. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ella partió y llegó adonde estaba el varón de Dios, en el monte Carmelo. Cuando el varón de Dios la vio de lejos, dijo a su criado Guejazí: '¡Ahí viene la sunamita! Biblia Reina Valera Gómez (2023) Partió, pues, y vino al varón de Dios al monte Carmelo. Y sucedió que cuando el varón de Dios la vio de lejos, dijo a su criado Giezi: He aquí la sunamita. |
Ahora bien, envía y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo; también a los profetas de Baal, cuatrocientos cincuenta, y a los profetas de la Ashera, cuatrocientos; los cuales comen a la mesa de Jezabel.
Subió pues Acab para comer y beber. Entretanto Elías había subido a la cumbre del Carmelo; y postrándose en tierra, puso su rostro entre sus rodillas.
Por lo cual envió el rey un capitán de cincuenta hombres con sus cincuenta; el cual subió a donde él estaba; pues he aquí que estaba sentado sobre la cumbre de un monte; y le dijo: Varón de Dios, el rey ha dicho: Desciende.
Hizo pues aparejar el asna, y dijo al mozo: ¡Arrea, y anda! no me detengas en el tránsito, sino cuando yo te lo diga.
Ruégote que vayas corriendo a recibirla, y le dirás: ¿Te va bien a ti? ¿le va bien a tu marido? ¿le va bien al niño? Y ella contestó: ¡Bien!
Pero luego que llegó al varón de Dios en el monte Carmelo, ella le trabó de los pies. Entonces llegóse Giezi para echarla; mas díjole el varón de Dios: ¡Suéltala! porque su alma está acongojada dentro de ella, y Jehová me tiene encubierta la causa, y no me la ha revelado.
¶Entonces Giezi, criado de Eliseo varón de Dios, dijo para consigo. He aquí que mi amo ha perdonado á este siro Naamán, en no admitir de su mano lo que le había traído. ¡Vive Jehová! que correré yo tras él, y tomaré de él alguna cosa.
Y el rey estaba hablando con Giezi, criado del varón de Dios, y le había dicho: Ruégote me refieras todas las maravillas que ha hecho Eliseo.
Florecerá abundantemente y se regocijará hasta con alborozo y con canciones. La gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón: los hombres verán la gloria de Jehová, y la hermosura de nuestro Dios.