A lo que respondió el rey de Israel, diciendo: Decidle: No se alabe el que se ciñe las armas, como el que se las desciñe.
2 Reyes 3:21 - Biblia Version Moderna (1929) Y cuando todos los Moabitas oyeron que subían los reyes a pelear contra ellos, fueron convocados todos los que eran capaces de tomar armas, y para arriba, y se pusieron a esperarlos en la frontera. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Cuando todos los de Moab oyeron que los reyes subían a pelear contra ellos, se juntaron desde los que apenas podían ceñir armadura en adelante, y se pusieron en la frontera. Biblia Nueva Traducción Viviente Mientras tanto, cuando los moabitas se enteraron de que los tres ejércitos marchaban contra ellos, movilizaron a todos los hombres que tenían edad suficiente para ceñirse una espada, y tomaron posiciones a lo largo de la frontera. Biblia Católica (Latinoamericana) Todos los moabitas sabían que los reyes avanzaban para atacarlos; se reclutó pues a todos los hombres capaces de portar armas y se los apostó en la frontera. La Biblia Textual 3a Edicion Y todo Moab escuchó que los reyes subían a luchar contra ellos, y fueron llamados todos los que ceñían cinto° en adelante, y se emplazaron en la frontera. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Todos los moabitas, al oír que los reyes habían subido para combatirlos, convocaron a todos, desde los que ya eran capaces de ceñir armas en adelante, y se apostaron en la frontera. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y todos los de Moab, como oyeron que los reyes subían a pelear contra ellos, se juntaron todos desde los que apenas podían ceñirse la armadura en delante, y se pusieron en la frontera. |
A lo que respondió el rey de Israel, diciendo: Decidle: No se alabe el que se ciñe las armas, como el que se las desciñe.
¶Y aconteció que por la mañana, al tiempo de ofrecerse la oblación matutina, ¡he aquí las aguas que venían por el camino de Edom! y llenóse el país de aguas.
Y cuando se levantaron por la mañana, luego que el sol derramó sus rayos sobre las aguas, vieron los Moabitas al frente de sí las aguas rojas como sangre;
Estad pues firmes, teniendo los lomos ceñidos de la verdad, y habiéndoos vestido de la coraza de la justicia,