Vino también el mismo Nabucodonosor rey de Babilonia a la ciudad, mientras sus siervos la tenían cercada.
2 Reyes 24:10 - Biblia Version Moderna (1929) En ese tiempo los siervos de Nabucodonosor rey de Babilonia subieron a Jerusalem; y la ciudad fué sitiada. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 En aquel tiempo subieron contra Jerusalén los siervos de Nabucodonosor rey de Babilonia, y la ciudad fue sitiada. Biblia Nueva Traducción Viviente Durante el reinado de Joaquín, los oficiales del rey Nabucodonosor de Babilonia subieron contra Jerusalén y la sitiaron. Biblia Católica (Latinoamericana) En ese tiempo, los hombres de Nabucodonosor, rey de Babilonia, marcharon contra Jerusalén y sitiaron la ciudad. La Biblia Textual 3a Edicion En aquel tiempo los siervos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, subieron contra Jerusalem, y la ciudad fue sitiada. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por aquel tiempo, las tropas de Nabucodonosor, rey de Babilonia, subieron contra Jerusalén y la ciudad fue sitiada. Biblia Reina Valera Gómez (2023) En aquel tiempo subieron los siervos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, contra Jerusalén y la ciudad fue sitiada. |
Vino también el mismo Nabucodonosor rey de Babilonia a la ciudad, mientras sus siervos la tenían cercada.
E hizo lo que era malo a los ojos de Jehová, conforme a todo lo que había hecho su padre.
de modo que la ciudad fué sitiada hasta el año undécimo del rey Sedequías.
Y de entre tus hijos, que procederán de ti, a quienes tú engendrares, llevarán algunos que serán eunucos en el palacio del rey de Babilonia.
JEHOVÁ me hizo ver una visión: y he aquí que había dos canastos de higos puestos delante del Templo de Jehová, después que Nabucodonosor rey de Babilonia hubo deportado a Jeconías hijo de Joaquim, rey de Judá, y a los príncipes de Judá, con los artesanos y los herreros, desde Jerusalem, y los hubo llevado a Babilonia.
Israel es una grey descarriada: los leones la han dispersado; al principio el rey de Asiria la devoró, y últimamente este Nabucodonosor rey de Babilonia le ha quebrantado los huesos.
¡Tú pues, oh hijo del hombre, profetiza, y bate una mano con otra! ¡y duplíquese, y triplíquese el furor de la espada homicida; la espada de los grandes que están traspasados, la cual los cerca por todos lados!