Y sucedió que como oyese el rey las palabras del Libro de la Ley, rasgó sus vestidos.
2 Reyes 22:10 - Biblia Version Moderna (1929) Luego el secretario Safán avisó al rey, diciendo: El sacerdote Helcías me ha dado un libro. Y leyólo Safán delante del rey. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Asimismo el escriba Safán declaró al rey, diciendo: El sacerdote Hilcías me ha dado un libro. Y lo leyó Safán delante del rey. Biblia Nueva Traducción Viviente Safán también dijo al rey: «El sacerdote Hilcías me entregó un rollo». Así que Safán se lo leyó al rey. Biblia Católica (Latinoamericana) En seguida el secretario Safán comunicó la noticia al rey: 'El sacerdote Helquías, le dijo, me pasó un libro'. Y Safán lo leyó en presencia del rey. La Biblia Textual 3a Edicion El escriba Safán también informó al rey, diciendo: El sacerdote Hilcías me ha entregado un rollo. Y Safán lo leyó delante del rey. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Luego, el secretario Safán anunció al rey: 'El sacerdote Jilquías me ha entregado este libro'. Y Safán lo leyó delante del rey. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Safán, el escriba declaró al rey, diciendo: Hilcías el sacerdote me ha dado un libro. Y lo leyó Safán delante del rey. |
Y sucedió que como oyese el rey las palabras del Libro de la Ley, rasgó sus vestidos.
Entonces Safán, secretario, volvió al rey, y le trajo razón, diciendo: Tus siervos han sacado el dinero que se halló en la Casa, y lo han entregado en mano de los sobrestantes que hacen la obra de la Casa de Jehová.
Además, Safán secretario dió parte al rey, diciendo: Helcías el sacerdote me ha entregado un libro. Luego Safán leyó en él delante del rey.
EN aquel día, leyendo en el Libro de Moisés a oídos del pueblo, se halló escrito en él que el Ammonita y el Moabita no habían de entrar jamás en la Congregación de Dios;
Y se leyó en el Libro de la Ley de Dios de día en día, desde el día primero hasta el día postrero. Y así celebraron la fiesta por siete días; y al octavo día fué la asamblea más solemne, conforme al reglamento.
Porque en cuanto a todas estas cosas, mi mano las hizo, y así existen todas estas cosas, dice Jehová: a este hombre empero miraré, a saber, al que es humilde y contrito de espíritu, y que tiembla ante mi palabra.
¡Oíd el oráculo de Jehová, los que reverenciáis su palabra! Vuestros hermanos que os odian, y que os han echado fuera a causa de mi nombre, dicen: ¡Sea glorificado Jehová! mas él aparecerá para gloria vuestra, y ellos serán avergonzados.
Di al rey y a la reina madre: ¡Humillaos, sentaos en tierra! porque han descendido vuestras tocas, la corona de vuestra gloria.
y les refirió Micaya todas las palabras que él había oído, cuando leyó Baruc en el libro a oídos del pueblo.
Y ellos le dijeron: Siéntate, te rogamos, y léelo, a oídos de nosotros. Baruc pues lo leyó a oídos de ellos.
El rey por tanto envió a Jehudí a traer el rollo; y él lo tomó de la cámara de Elisama secretario; y Jehudí lo leyó a oídos del rey, y a oídos de todos los príncipes que junto al rey estaban.
por tanto entra tú, y lee en el rollo que acabas de escribir de mi boca, las palabras de Jehová, a oídos del pueblo en la Casa de Jehová, en un día de ayuno; y también las leerás a oídos de los de todo Judá que vienen de sus ciudades: