¿Acaso nunca le fué contado a mi señor lo que hizo tu siervo cuando Jezabel mataba a los profetas de Jehová; cómo escondí de los profetas de Jehová cien hombres, cincuenta en una cueva, y cincuenta en otra, y los sustenté con pan y agua?
2 Reyes 2:7 - Biblia Version Moderna (1929) Entonces cincuenta hombres de los hijos de los profetas fueron y se pararon enfrente, a lo lejos; y ellos dos se detuvieron junto al Jordán. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y vinieron cincuenta varones de los hijos de los profetas, y se pararon delante a lo lejos; y ellos dos se pararon junto al Jordán. Biblia Nueva Traducción Viviente Cincuenta hombres del grupo de profetas también fueron y observaron de lejos cuando Elías y Eliseo se detuvieron junto al río Jordán. Biblia Católica (Latinoamericana) Los seguían unos cincuenta profetas, que se quedaron a cierta distancia mientras ambos se detenían a orillas del Jordán. La Biblia Textual 3a Edicion Y fueron cincuenta hombres de los hijos de los profetas, y se detuvieron frente a ellos, a lo lejos; y los dos se detuvieron junto al Jordán. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Les seguían cincuenta hombres de entre los hijos de los profetas, que se pararon a cierta distancia frente a ellos, cuando ellos dos se detuvieron junto al Jordán. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vinieron cincuenta varones de los hijos de los profetas, y se pararon enfrente a lo lejos; y ellos dos se pararon junto al Jordán. |
¿Acaso nunca le fué contado a mi señor lo que hizo tu siervo cuando Jezabel mataba a los profetas de Jehová; cómo escondí de los profetas de Jehová cien hombres, cincuenta en una cueva, y cincuenta en otra, y los sustenté con pan y agua?
pues había acontecido, cuando Jezabel iba extirpando a los profetas de Jehová, que Abdías tomó a cien profetas, y los escondió, cincuenta en una cueva, y cincuenta en otra; y los sustentó con pan y agua);
¶Dijo entonces uno de los hijos de los profetas a su compañero: Por mandato de Jehová, yo te ruego que me hieras. Mas se negó aquel hombre a herirle.
Y cuando vieron esto los hijos de los profetas que estaban junto a Jericó, frente a él, decían: ¡El espíritu de Elías descansa sobre Eliseo! Por lo cual fueron a recibirle, y se postraron a tierra ante él.
Y dijeron: He aquí que hay entre tus siervos cincuenta hombres fuertes; rogámoste pues que vayan y busquen a tu señor; no sea que le haya alzado el Espíritu de Jehová, y le haya arrojado sobre algún monte, o en algún valle. Mas él dijo: No enviéis.
Y porfiaron con él hasta que se avergonzó; dijo entonces: Enviad. Enviaron pues a los cincuenta hombres; los cuales buscaron tres días, mas no le hallaron.
Y CIERTA mujer de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo mi marido es muerto, (y sabes que tu siervo era temeroso de Jehová); y el acreedor ha venido con el fin de llevarse mis dos hijos por siervos.
Y él respondió: Bien va. Mi amo me ha enviado a decir: He aquí que ahora mismo acaban de llegar de la serranía de Efraim dos jóvenes, de los hijos de los profetas; ruégote les des a ellos un talento de plata, y dos mudas de vestidos.
Y LOS hijos de los profetas dijeron a Eliseo: He aquí que el lugar donde nos sentamos delante de ti, es muy estrecho para nosotros.
ENTONCES el profeta Eliseo llamó a uno de los hijos de los profetas, y le dijo: Ciñe tus lomos, y tomando esta redoma de aceite en tu mano, anda a Ramot-galaad;
¶Y respondiendo Amós, dijo a Amasías: Yo no era profeta, ni hijo de profeta, sino que era pastor de ganado, y cosechador de cabrahigos;
Después de esto, llegarás a Gabaa de Dios, donde hay una guarnición de Filisteos; y sucederá que luego que llegares allá a la ciudad, encontrarás una compañía de profetas bajando del alto, precedidos de salterio, y tambor y flauta y arpa, y ellos profetizando.