2 Reyes 2:24 - Biblia Version Moderna (1929) Entonces volviéndose hacia atrás, los miró, y los maldijo en el nombre de Jehová: y salieron dos osas del bosque, que despedazaron de ellos cuarenta y dos muchachos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y mirando él atrás, los vio, y los maldijo en el nombre de Jehová. Y salieron dos osos del monte, y despedazaron de ellos a cuarenta y dos muchachos. Biblia Nueva Traducción Viviente Eliseo se dio la vuelta, los miró y los maldijo en el nombre del Señor. Entonces dos osos salieron del bosque y atacaron a cuarenta y dos de ellos. Biblia Católica (Latinoamericana) Se volvió y mirándolos los maldijo en nombre de Yavé; salieron del bosque dos osas y desgarraron a cuarenta y dos de esos muchachos. La Biblia Textual 3a Edicion Y él se volvió para verlos, y los vio y los maldijo en el nombre de YHVH. Y salieron del bosque dos osas que despedazaron a cuarenta y dos de aquellos muchachos.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se volvió para atrás, los miró y los maldijo en nombre de Yahveh. Y al momento salieron del bosque dos osos y despedazaron a cuarenta y dos de los muchachos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y mirando él atrás, los vio, y los maldijo en el nombre de Jehová. Y salieron dos osas del monte, y despedazaron de ellos a cuarenta y dos muchachos. |
Dijo también Cusai: Tú conoces a tu padre y a sus hombres, y sabes que son valerosos; y están amargos en espíritu, como una osa en el campo a quien le han robado sus cachorros. También tu padre es hombre aguerrido, y no pasará la noche entre el pueblo.
y éste se fué; mas un león le halló en el camino, y le mató. Y quedó su cadáver tendido en el camino, y el asno estaba junto a él; el león también se estaba junto al cadáver.
Y sucederá que al que escapare de la espada de Hazael, le matará Jehú; y al que escapare de la espada de Jehú, Eliseo le matará.
Y él le dijo: Por cuanto no obedeciste la voz de Jehová, luego que te apartes de mí te herirá a ti un león. Y apartándose de él, le halló un león y le hirió.
no te inclinarás a ellas ni les darás culto; porque yo soy Jehová tu Dios; Dios celoso, que visito la iniquidad de los padres sobre los hijos, hasta la tercera y la cuarta generación de los que me odian,
Mejor es el encontrarse alguno con una osa a quien le han robado los cachorros, que no con un insensato metido en sus sandeces.
Castigos están aparejados para los mofadores, y azotes para las espaldas de los insensatos.
Cual león rugiente y oso hambriento, es el inicuo que gobierna a un pueblo pobre.
Por tanto, así dice Jehová: He aquí que yo te voy a enviar de sobre la faz de la tierra; en este año morirás, por cuanto has proferido palabras de rebelión contra Jehová.
los encontraré como osa a quien le han robado los cachorros, y desgarraré la tela de su corazón: los devoraré allí como león; las fieras del campo los destrozarán.
y enviaré sobre vosotros las fieras del campo, que os priven de hijos, y que destruyan vuestras bestias, y a vosotros os reduzcan a pocos, y hagan solitarios vuestros caminos.
Por tanto, así dice Jehová: Tu mujer será ramera en esta ciudad, y tus hijos y tus hijas caerán a espada, y tus terrenos serán repartidos a con cordel; y tú mismo morirás en una tierra inmunda; e Israel será indudablemente llevado en cautiverio fuera de su país.
Y respondiendo Jesus, dijo a la higuera: De aquí en adelante nadie coma fruto de ti para siempre. Y oyeron esto sus discípulos.
Y acordándose Pedro, le dijo: Mira, Rabbí, la higuera que maldijiste se ha secado.
Y oyendo Ananías estas palabras, cayó, y expiró: y vino gran temor sobre todos los que lo oyeron.
Pedro entonces le dijo: ¿Cómo es que habéis convenido entre vosotros para tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que sepultaron a tu marido, y a ti también te sacarán.
Mas Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, por cuanto has creído que con dinero se alcanza el don de Dios.
y estando preparados para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia fuere cumplida.
Pero si no, salga de Abimelec fuego que devore a los vecinos de Siquem y de la Casa-fuerte; y salga fuego de los vecinos de Siquem y de la Casa-fuerte, que devore a Abimelec.
también toda la maldad de los hombres de Siquem la hizo Dios volver sobre su misma cabeza; de manera que vino sobre ellos la maldición de Joatam hijo de Jerobaal