De nuevo le dijo: Toma las saetas; y él las tomó. Luego dijo Eliseo al rey de Israel: ¡Hiere la tierra! y él la hirió tres veces, y se detuvo.
2 Reyes 13:19 - Biblia Version Moderna (1929) Y estalló en ira contra él el varón de Dios, diciendo: ¡Deberías haberla herido cinco o seis veces: entonces hubieras herido a los Siros hasta acabarlos! ahora empero tres veces, no más, herirás la Siria. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces el varón de Dios, enojado contra él, le dijo: Al dar cinco o seis golpes, hubieras derrotado a Siria hasta no quedar ninguno; pero ahora solo tres veces derrotarás a Siria. Biblia Nueva Traducción Viviente pero el hombre de Dios se enojó con él y exclamó: —¡Tendrías que haber golpeado el piso cinco o seis veces! Así habrías vencido a Aram hasta destruirlo por completo. Ahora saldrás vencedor solamente tres veces. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces el hombre de Dios se enojó con el rey y dijo: '¡Tenías que haber golpeado cinco o seis veces! Así habrías derrotado a Aram hasta que no quedara nadie. Pero ahora sólo derrotarás a Aram tres veces'. La Biblia Textual 3a Edicion Y el varón de Dios estalló en ira contra él, y dijo: ¡De haber golpeado cinco o seis veces, entonces hubieras herido a Siria hasta acabarla! Pero ahora vencerás a Siria sólo tres veces. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se irritó contra él el varón de Dios y le dijo: 'Si la hubieras herido cinco o seis veces, derrotarías a Aram hasta exterminarlo'. Pero ahora lo batirás sólo tres veces. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces el varón de Dios, enojado contra él, le dijo: Al herir cinco o seis veces, habrías herido a Siria, hasta no quedar ninguno: Pero ahora herirás a Siria sólo tres veces. |
De nuevo le dijo: Toma las saetas; y él las tomó. Luego dijo Eliseo al rey de Israel: ¡Hiere la tierra! y él la hirió tres veces, y se detuvo.
Entonces Joás hijo de Joacaz, volvió a quitar de mano de Ben-hadad hijo de Hazael las ciudades que éste había quitado en guerra de mano de Joacaz su padre; tres veces le batió Joás, y recobró las ciudades de Israel.
Y él le dijo: A este tiempo el año que viene tú abrazarás un hijo. Mas ella respondió: No, señor mío, varón de Dios, no digas mentira a tu sierva.
Sirvieron pues a los hombres para que comiesen; pero sucedió que mientras comían del potaje, todos ellos alzaron el grito, diciendo: ¡Hay muerte en la olla, oh varón de Dios! Y no lo pudieron comer.
¶Entonces Giezi, criado de Eliseo varón de Dios, dijo para consigo. He aquí que mi amo ha perdonado á este siro Naamán, en no admitir de su mano lo que le había traído. ¡Vive Jehová! que correré yo tras él, y tomaré de él alguna cosa.
Entonces vino el varón de Dios al rey de Israel, diciendo: Guárdate de pasar por tal parte; que por allí mismo van a bajar los Siros.
¡Maldito aquel que hace la obra de Jehová negligentemente, y maldito aquel que retrae su espada de derramar sangre!
¶Moisés empero buscó con empeño el macho cabrío de la ofrenda por el pecado, y he aquí que había sido quemado: y estalló en ira contra Eleazar e Itamar, los hijos de Aarón que le quedaban, diciendo:
¶Entonces se le encendió la ira a Moisés en gran manera, y dijo a Jehová: ¡No mires su ofrenda! Yo no he tomado ni un asno suyo, y no he hecho mal a ninguno de ellos.
Y viendo esto Jesús, llenóse de indignación, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo estorbéis; porque de los tales es el reino de Dios.
Y mirándolos en torno suyo con indignación, entristecido a causa de la dureza de su corazón, dice al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió; y la mano le fue restituída.
Y no podía hacer milagro alguno allí, salvo que poniendo las manos sobre algunos pocos enfermos, los sanó.