Y tomó David los escudos de oro que traían los siervos de Hadadezer, y los llevó a Jerusalem.
2 Reyes 11:10 - Biblia Version Moderna (1929) Entonces el sacerdote dió a los capitanes de cientos las lanzas y los escudos que habían sido del rey David, que se guardaban en la Casa de Jehová. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y el sacerdote dio a los jefes de centenas las lanzas y los escudos que habían sido del rey David, que estaban en la casa de Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente quien les dio las lanzas y los escudos pequeños que habían pertenecido al rey David y estaban guardados en el templo del Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) El sacerdote les pasó a los oficiales las lanzas y escudos del rey David que se guardaban en la casa de Yavé;' La Biblia Textual 3a Edicion Y el sacerdote entregó a los capitanes de centuria la lanza y los escudos que habían sido del rey David, que estaban en la Casa de YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Éste entregó a los jefes de las centurias las lanzas y los escudos del rey David, que estaban en el templo de Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el sacerdote dio a los centuriones las lanzas y los escudos que habían sido del rey David, que estaban en el templo de Jehová. |
Y tomó David los escudos de oro que traían los siervos de Hadadezer, y los llevó a Jerusalem.
Luego se colocó la guardia real, cada uno con sus armas en la mano, desde el costado derecho de la Casa, hasta el costado izquierdo, mirando hacia el altar y la Casa, junto al rey y en derredor suyo.
¶Y tomó David los escudos de oro que traían los siervos de Hadarezer, y los llevó a Jerusalem.
ASI fueron acabadas todas las cosas que hizo Salomón para la Casa de Jehová. Y trajo Salomón todas las cosas que había dedicado David su padre; y puso la plata y el oro, y todos los utensilios en los tesoros de la Casa de Dios.
Y dijo el sacerdote: He aquí la espada de Goliat el filisteo, a quien tú mataste en el Valle de Ela, envuelta en un paño, detrás del efod. Si quieres tomar ésa, tómala, que aquí no hay otra sino ésta. Y respondió David: Ninguna hay como ésta; dámela.