Y yo el día de hoy soy débil, aunque ungido rey; y estos hombres, los hijos de Sarvia, son demasiado duros para mí. ¡Recompense Jehová al que hace mal, conforme a su maldad!
2 Crónicas 13:7 - Biblia Version Moderna (1929) Y se reunieron en derredor de él unos hombres ociosos, hijos de Belial, los cuales se hicieron fuertes contra Roboam hijo de Salomón, cuando Roboam era joven, y tímido de corazón, y no podía hacer frente a ellos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y se juntaron con él hombres vanos y perversos, y pudieron más que Roboam hijo de Salomón, porque Roboam era joven y pusilánime, y no se defendió de ellos. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego se le unió toda una banda de sinvergüenzas, quienes desafiaron a Roboam, hijo de Salomón, cuando todavía era joven y sin experiencia y no podía hacerles frente. Biblia Católica (Latinoamericana) Se juntaron con él unos hombres vanos y malvados y se opusieron a Roboam, hijo de Salomón, de manera que Roboam, que era joven y sin experiencia, no los resistió. La Biblia Textual 3a Edicion Y se juntaron con él hombres ociosos,° hijos de Belial, y se impusieron sobre Roboam ben Salomón cuando Roboam era joven y apocado, y no podía hacerles frente. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y se le unieron hombres vanos y perversos, que se hicieron fuertes contra Roboán, hijo de Salomón, porque Roboán era joven y de poco carácter, que no tuvo valor para hacerles frente. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y se unieron a él unos hombres vanos, hijos de Belial, y pudieron más que Roboam, hijo de Salomón, porque Roboam era joven y tierno de corazón y no pudo defenderse de ellos. |
Y yo el día de hoy soy débil, aunque ungido rey; y estos hombres, los hijos de Sarvia, son demasiado duros para mí. ¡Recompense Jehová al que hace mal, conforme a su maldad!
y haced que se sienten dos hombres, hijos de Belial, enfrente de él, y testifiquen ellos contra él, diciendo: ¡Tú has renegado de Dios y del rey! Luego sacadle, y apedreadle, para que muera.
luego entraron dos hombres, hijos de Belial, los cuales se sentaron enfrente de él; y testificaron aquellos hombres de Belial contra Nabot, delante del pueblo, diciendo: ¡Nabot ha renegado de Dios y del rey! y sacándole fuera de la ciudad, le apedrearon de modo que murió.
Y cuando vió todo Israel que el rey no les escuchaba, el pueblo dió respuesta al rey, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros en David? ¡y ninguna herencia tenemos en el hijo de Isaí! ¡Cada uno a vuestras estancias, oh Israel! ¡Ahora pues, David, mira por tu casa! En efecto todo Israel se fué a sus estancias.
¶El rey Roboam pues fortalecióse en Jerusalem, y siguió reinando: porque Roboam era de edad de cuarenta y un años cuando entró a reinar, y diez y siete años reinó en Jerusalem, ciudad que había escogido Jehová de entre todas las tribus de Israel para poner allí su Nombre; y su madre se llamaba Naama, ammonita.
¡Hijos son de insensatos, sí, hijos de gente infame, echados a golpes fuera del país!
No me he sentado con hombres de falsedad, ni andaré con los disimulados.
El que labra su tierra se saciará de pan; mas el que sigue a los ociosos es falto de entendimiento.
El que labra su tierra se saciará de pan; mas aquel que sigue a los ociosos se hartará de pobreza.
¡Ay de ti, oh tierra, cuando tu rey es un niño, y tus príncipes hacen comidas por la mañana!
Pero los judíos, incitados por celos, tomaron consigo ciertos hombres malos, de los ociosos que frecuentan la plaza, y habiendo reunido al populacho, alborotaron la ciudad; y acometiendo la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo.
¶Hermanos, no seáis niños en inteligencia: en la malicia, sin embargo, sed niños, mas en la inteligencia sed hombres.
que han salido hombres, hijos de Belial, de en medio de ti, y han descarriado a los habitantes de su ciudad, diciendo: Vamos y sirvamos a otros dioses (que nunca conociste),
¶Porque hay muchos turbulentos, vanos palabreros e impostores, especialmente los de la circuncisión,
Porque debiendo de ser ya maestros de otros, a causa del tiempo que habéis creído, tenéis necesidad que alguien os enseñe otra vez a vosotros cuáles sean los primeros rudimentos de los oráculos de Dios; y habéis venido a ser como los que necesitan de leche, y no de alimento sólido.
Huyó pues Jefté de la presencia de sus hermanos y habitó en la tierra de Tob; donde se allegaron a Jefté hombres ociosos, que salían con él en sus correrías.
Y de la casa de Baal-berit le dieron setenta siclos de plata, con los cuales Abimelec tomó a sueldo hombres ociosos y disolutos; los cuales le siguieron.
También se le allegaron todos los oprimidos, y todos tos que tenían deudas, y todos los de espíritu descontento; y él vino a ser capitán de ellos; de modo que llegó a haber con él como cuatrocientos hombres.