y asimismo de Santiago y de Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. Y Jesús dijo a Simón: ¡No temas; desde ahora te ocuparás en pescar hombres!
2 Corintios 8:23 - Biblia Version Moderna (1929) Ora que alguien inquiera respecto de Tito, él es mi socio y mi colaborador para con vosotros; ora se inquiera respecto de los hermanos, ellos son mensajeros de las iglesias, y gloria de Cristo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 En cuanto a Tito, es mi compañero y colaborador para con vosotros; y en cuanto a nuestros hermanos, son mensajeros de las iglesias, y gloria de Cristo. Biblia Nueva Traducción Viviente Si alguien pregunta por Tito, díganle que él es mi colaborador, quien trabaja conmigo para ayudarlos. Y los hermanos que lo acompañan fueron enviados por las iglesias, y le dan honor a Cristo. Biblia Católica (Latinoamericana) Ahí tienen, pues, a Tito, mi compañero y ayudante cerca de ustedes, y con él tienen a hermanos nuestros, delegados de las Iglesias, personas que son la gloria de Cristo. La Biblia Textual 3a Edicion En cuanto a Tito, es mi compañero y colaborador entre vosotros; en cuanto a nuestros hermanos, son mensajeros de las iglesias, gloria del Mesías. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En cuanto a Tito, es mi compañero y colaborador entre vosotros. Respecto a nuestros hermanos, son enviados de las iglesias, son gloria de Cristo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Si alguno preguntare acerca de Tito, él es mi compañero y colaborador para con vosotros; o acerca de nuestros hermanos; ellos son mensajeros de las iglesias, y la gloria de Cristo. |
y asimismo de Santiago y de Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. Y Jesús dijo a Simón: ¡No temas; desde ahora te ocuparás en pescar hombres!
E hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, que viniesen a ayudarles. Y llegándose ellos, llenaron ambas barcas, de manera que se iban anegando.
En verdad, en verdad os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado mayor que aquel que le envió.
Porque el hombre en verdad no debe cubrirse la cabeza con velo, siendo como lo es la imagen y gloria de Dios; pero la mujer es la gloria del hombre.
Rogué a Tito ir a veros, y envié al hermano con él. ¿Acaso os explotó Tito? ¿No anduvimos en el mismo espíritu? ¿no anduvimos en unas mismas pisadas?
Sin embargo, el que consuela a los humildes, es a saber Dios, nos consoló con la venida de Tito
¶Pero gracias a Dios que puso el mismo solicíto cuidado por vosotros en el corazón de Tito.
Y enviamos con él al hermano cuya alabanza en el evangelio se ha divulgado por todas las iglesias:
y no tan solo esto, sino que fué designado por las iglesias como nuestro compañero de viaje, en el asunto de esta beneficencia, administrada por nosotros para gloria del Señor, y para manifestación de vuestro ánimo pronto:
Y hemos enviado con ellos al hermano nuestro, a quien muchas veces hemos probado, en muchas cosas, ser diligente; pero ahora mucho más diligente a causa de la gran confianza que tiene en vosotros.
De manera que hemos rogado a Tito, que puesto que él había antes comenzado, asimismo diese cima, en vosotros, a esta gracia también.
Sin embargo, tuve por necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano y colaborador y compañero de milicia, y vuestro mensajero, el cual ministraba a mis necesidades:
Y te ruego a ti también, fiel compañero de yugo, que ayudes en ello a estas mujeres, las cuales trabajaron conmigo en el evangelio, con Clemente también, y los demás de mis colaboradores, cuyos nombres están en el libro de la vida.
según lo aprendisteis de Epafras, nuestro amado consiervo, que es para con vosotros un fiel siervo de Cristo;
sino que, habiendo padecido antes, y habiendo sido ultrajados, como sabéis, en Filipos, cobramos confianza en nuestro Dios, para hablaros el evangelio de Dios en medio de mucho conflicto.
porque Demas me ha abandonado, amando más este siglo presente, y se ha ido a Tesalónica; Crescente se ha ido a Galacia, Tito a Dalmacia.
a Tito, verdadero hijo mío, conforme a nuestra común fe: Gracia y paz de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús nuestro Salvador.
Debemos pues acoger a los tales, a fin de que nosotros seamos cooperadores a la diseminación de la verdad.