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2 Corintios 4:18 - Biblia Version Moderna (1929)

no mirando nosotros a las cosas que se ven, sino a las que aun no se ven; porque las cosas que se ven, son temporales, mas las que no se ven aún, son eternas.

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Biblia Reina Valera 1960

no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Así que no miramos las dificultades que ahora vemos; en cambio, fijamos nuestra vista en cosas que no pueden verse. Pues las cosas que ahora podemos ver pronto se habrán ido, pero las cosas que no podemos ver permanecerán para siempre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Nosotros, pues, no nos fijamos en lo que se ve, sino en lo que no se ve; porque las cosas visibles duran un momento, pero las invisibles son para siempre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

no poniendo nuestra mira en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Nosotros no aspiramos a estas cosas que se ven, sino a las que no se ven. Porque las que se ven son efímeras, pero las que no se ven son eternas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

no mirando nosotros a las cosas que se ven, sino a las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, mas las que no se ven son eternas.

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2 Corintios 4:18
12 Tagairtí Cros  

Y éstos irán al suplicio eterno; pero los justos a la vida eterna.


(pues andamos por fe, y no por vista);


Y nuestro Señor Jesucristo mismo, y Dios nuestro Padre, el cual nos ha amado, y nos ha dado eterno consuelo y buena esperanza por la gracia,


Y ES la fe la seguridad que se tiene de cosas esperadas, la prueba que hay de cosas que aun no se ven.


¶Conforme a la fe murieron todos éstos, no habiendo recibido aún las promesas; pero las vieron y las saludaron desde lejos, y confesaron que eran extranjeros y transeuntes sobre la tierra.


¶Pero habiendo venido Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por medio del mayor y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación;


Y ésta es la promesa que él nos ha prometido, es a saber, la vida eterna.