Todavía un poco, y el mundo no me verá más; vosotros empero me veréis: por cuanto yo vivo, vosotros también viviréis.
2 Corintios 4:10 - Biblia Version Moderna (1929) siempre llevando en derredor en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús sea manifestada en nuestro cuerpo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. Biblia Nueva Traducción Viviente Mediante el sufrimiento, nuestro cuerpo sigue participando de la muerte de Jesús, para que la vida de Jesús también pueda verse en nuestro cuerpo. Biblia Católica (Latinoamericana) Por todas partes llevamos en nuestra persona la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra persona. La Biblia Textual 3a Edicion Llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte° de Jesús, para que también la vida de Jesús sea manifestada en nuestro cuerpo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 llevando siempre y por todas partes, en el cuerpo, la muerte que llevó Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) llevando siempre por todas partes en el cuerpo la muerte del Señor Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. |
Todavía un poco, y el mundo no me verá más; vosotros empero me veréis: por cuanto yo vivo, vosotros también viviréis.
Pues si hemos venido a ser unidos con él por la semejanza de su muerte, lo seremos también por la semejanza de su resurrección;
(según está escrito:Por tú causa somos muertos todos los días;somos reputados como ovejas para el matadero.)
Porque de la manera que abundan los padecimientos de Cristo para con nosotros, así también nuestra consolación abunda por medio de Cristo.
En verdad, nosotros mismos teníamos dentro de nosotros la sentencia de muerte; para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos.
pues aunque fué crucificado a causa de flaqueza, sin embargo vive ahora por el poder de Dios; y pues aunque nosotros también, somos débiles en él, sin embargo, en lo que toca a vosotros, viviremos juntamente con él, en virtud del poder de Dios.
Porque nosotros, que vivimos, somos siempre entregados a la muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús sea manifestada en nuestra carne mortal.
De aquí en adelante nadie me moleste; pues llevo impresas en mi cuerpo las marcas de Jesús.
¶Ahora me regocijo en mis padecimientos por vuestra causa, y estoy cumpliendo de mi parte lo que falta aún de los padecimientos de Cristo, en mi carne, por causa de su cuerpo, que es la iglesia;
Fiel es este dicho: Porque si morimos con él, viviremos también con él;
sino antes regocijaos, por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo; para que también, cuando su gloria fuere revelada, os regociéis con gozo extremado.
Si sois vituperados por el nombre de Cristo, bienaventurados sois; porque el Espíritu de gloria y de Dios descansa sobre vosotros.
Y cuando le ví, caí ante sus pies como muerto; y él puso su diestra sobre mí, diciendo: No temas; yo soy el Primero y el Postrero: