¶En primer lugar, doy gracias a mi Dios, por medio de Jesucristo, a causa de vosotros todos, por cuanto vuestra fe es cosa conocida en todo el mundo.
2 Corintios 3:2 - Biblia Version Moderna (1929) Nuestra epístola de recomendación sois vosotros mismos, escrita en nuestro corazón, conocida y leída de todos los hombres: Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; Biblia Nueva Traducción Viviente La única carta de recomendación que necesitamos son ustedes mismos. Sus vidas son una carta escrita en nuestro corazón; todos pueden leerla y reconocer el buen trabajo que hicimos entre ustedes. Biblia Católica (Latinoamericana) Ustedes mismos son nuestra carta de recomendación; es una carta escrita en el interior de las personas pero que todos pueden leer y entender. La Biblia Textual 3a Edicion Nuestra epístola sois vosotros, escrita en nuestros corazones, conocida y leída por todos los hombres; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Nuestra carta sois vosotros: escrita en nuestros corazones, conocida y leída por todos los hombres. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Nuestra carta sois vosotros, escrita en nuestros corazones, sabida y leída de todos los hombres; |
¶En primer lugar, doy gracias a mi Dios, por medio de Jesucristo, a causa de vosotros todos, por cuanto vuestra fe es cosa conocida en todo el mundo.
Según la gracia de Dios que me ha sido dada, como arquitecto sabio, yo eché el cimiento, y otro edifica sobre él: pero mire cada uno cómo edifica sobre él.
Y yo muy gustosamente gastaré y seré gastado por vuestras almas; aunque cuanto más os ame, tanto menos sea yo amado.
¿COMENZAMOS acaso otra vez a encomendarnos a nosotros mismos? ¿o necesitamos, por ventura, como algunos, epístolas de recomendación para vosotros, o de vuestra parte?
No lo digo para condenaros; pues he dicho ya que estáis en nuestros corazones, para morir juntos y vivir juntos.
como es justo que yo piense esto de todos vosotros, siendo así que os tengo en mi corazón; por cuanto, así en mis prisiones como en la defensa y confirmación del evangelio, todos vosotros sois participantes conmigo en esta gracia.
Pues desde vosotros ha resonado la palabra del Señor, no sólo por Macedonia y Acaya, sino que en todo lugar vuestra fe para con Dios se ha divulgado; de modo que nosotros no tenemos necesidad de decir nada: