Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




1 Timoteo 1:5 - Biblia Version Moderna (1929)

Mas el fin del mandamiento es el amor, procedente de un corazón puro, y de una buena conciencia, y de fe no fingida;

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida,

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

El propósito de mi instrucción es que todos los creyentes sean llenos del amor que brota de un corazón puro, de una conciencia limpia y de una fe sincera;

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

El fin de nuestra predicación es al amor que procede de una mente limpia, de una conciencia recta y de una fe sincera.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

El propósito de este mandamiento° es el amor nacido de un corazón puro, de buena conciencia y de una fe no fingida,

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

La finalidad de esta instrucción es el amor, que procede de un corazón puro, de una conciencia sana y de una fe sincera.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pues el fin del mandamiento es la caridad de corazón puro, y de buena conciencia, y de fe no fingida,

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



1 Timoteo 1:5
43 Tagairtí Cros  

El que tiene manos limpias y corazón puro; que no ha puesto su alma en cosas vanas, ni jurado con engaño;


¡Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí!


¡Lava tu corazón de maldad, oh Jerusalem, para que seas salva! ¿hasta cuándo se aposentarán tus malos pensamientos dentro de ti?


Dije pues: Tú me temerás; recibirás la corrección; de modo que no sea destruída tu morada, conforme a todo lo que he decretado respecto de ella: mas a la verdad ellos con empeño corrompen todas sus obras.


El hombre bueno, de su buen tesoro saca cosas buenas; y el hombre malo, de su mal tesoro saca cosas malas.


Bienaventurados los de limpio corazón; porque ellos verán a Dios.


y ninguna diferencia puso entre nosotros y ellos, purificando sus corazones por la fe.


PABLO entonces mirando fijamente al Sinedrio, dijo: Hermanos: he vivido delante de Dios con toda buena conciencia hasta el día de hoy.


En esto también me ejercito, para tener siempre una conciencia sin ofensa para con Dios y los hombres.


porque Cristo es el fin de la ley para justicia, a todo creyente.


El amor sea sin hipocresía: aborreced lo malo, allegaos a lo que es bueno.


Pero si a causa de tu comida tu hermano se contrista, ya no andas conforme al amor. No destruyas con tu comida a aquel por quien murió Cristo.


DIGO verdad en Cristo, no miento, dando testimonio conmigo mi conciencia en el Espíritu Santo,


SI yo hablare las lenguas de los hombres, y de los ángeles, mas no tuviere amor, soy como bronce que resuena, o címbalo que retiñe.


¶Porque nuestro regocijo es esto: El testimonio de nuestra conciencia, que con santidad, y con sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal, sino por la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y mayormente para con vosotros.


¶Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fidelidad,


Pues que en Cristo Jesús, ni la circuncisión vale algo, ni tampoco la incircuncisión, sino la fe que obra por medio del amor.


¶Y ahora, oh Israel, ¿qué es lo que Jehová tu Dios pide de ti, sino solamente que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que le ames, y que sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma;


¶Este mandamiento te encomiendo, hijo mío, Timoteo, conforme a las profecías que pasaron antes respecto de ti, a fin de que, en conformidad con ellas, milites la buena milicia,


manteniendo la fe, y una buena conciencia; desechando la cual algunos, han hecho naufragio respecto a la fe:


teniendo el misterio de la fe con pura conciencia.


¶Doy gracias a Dios, a quien sirvo desde mis antepasados con conciencia pura, que sin cesar tengo memoria de ti en mis oraciones, noche y día,


trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice; y estoy persuadido que habita en ti también.


¶Mas huye de las pasiones juveniles, y sigue tras la justicia, la fe, el amor, la paz, con los que invocan al Señor con corazón puro.


Todas las cosas son puras para los puros; mas para los contaminados e incrédulos, nada es puro, sino que es contaminada su misma mente y conciencia.


acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, teniendo los corazones rociados, para limpiarnos de una mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.


¶Orad por nosotros, porque estamos seguros que tenemos buena conciencia, deseando en todas las cosas vivir honradamente.


¿cuánto más la sangre de Cristo (el cual por medio del Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mácula  a Dios) limpiará vuestra conciencia de las obras muertas, para servir al Dios vivo?


¡Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros! ¡Limpiaos las manos, oh pecadores, y purificaos los corazones, los que sois de ánimo doble!


Habiendo purificado vuestras almas, en virtud de vuestra obediencia a la verdad, para amor no fingido de los hermanos, amaos los unos a los otros fervientemente, con sencillo corazón;


teniendo una buena conciencia; para que en aquello mismo en que dicen mal de vosotros, sean avergonzados los que vituperan vuestra buena manera de vivir en Cristo.


la cual era tipo del bautismo que ahora nos salva a nosotros también (no el quitársenos la inmundicia de la carne, sino el obtener respuesta de una buena conciencia para con Dios), por medio de la resurrección de Jesucristo:


teniendo, ante todo, ferviente amor entre vosotros; porque el amor cubre una multitud de pecados:


y a la piedad, fraternidad; y a la fraternidad, amor.


En esto son manifiestos los hijos de Dios y los hijos del diablo: Aquel que no obra justicia, no es de Dios, ni tampoco el que no ama a su hermano.


Y este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y nos amemos unos a otros, conforme él nos ha dado mandamiento.


Y todo aquel que tiene esta esperanza puesta en él, se purifica, así como él es puro.