¶Y aconteció que como acabase Salomón de ofrecer a Jehová toda esta oración y esta súplica, se levantó de delante del altar de Jehová, de estar postrado de rodillas, con sus manos extendidas hacia el cielo;
1 Reyes 8:22 - Biblia Version Moderna (1929) ¶Entonces Salomón se puso delante del altar de Jehová, frente a toda la Asamblea de Israel, y extendiendo las manos hacia el cielo, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Luego se puso Salomón delante del altar de Jehová, en presencia de toda la congregación de Israel, y extendiendo sus manos al cielo, Biblia Nueva Traducción Viviente Luego Salomón, de pie ante el altar del Señor y frente a toda la comunidad de Israel, levantó las manos al cielo Biblia Católica (Latinoamericana) Salomón estaba de pie delante del altar de Yavé, frente a toda la comunidad de Israel. Levantó entonces sus manos al cielo, La Biblia Textual 3a Edicion Luego Salomón se plantó ante el altar de YHVH, frente a toda la asamblea de Israel, y extendiendo sus manos a los cielos, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Luego Salomón se puso ante el altar de Yahveh, en presencia de toda la asamblea de Israel, y levantando sus manos extendidas al cielo, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Se puso luego Salomón delante del altar de Jehová, en presencia de toda la congregación de Israel, y extendiendo sus manos al cielo, |
¶Y aconteció que como acabase Salomón de ofrecer a Jehová toda esta oración y esta súplica, se levantó de delante del altar de Jehová, de estar postrado de rodillas, con sus manos extendidas hacia el cielo;
y mirando, he aquí al rey que estaba de pie sobre el tablado, según la costumbre, y a los capitanes y los trompetas juntó al rey; en tanto que el pueblo del país hacía alegrías y tocaba trompetas. Entonces rasgó Atalia sus vestidos, y gritó: ¡Traición! ¡traición!
En seguida el rey se puso de pie sobre el tablado, y renovó el pacto delante de Jehová; de que andarían en pos de Jehová, y que guardarían sus mandamientos, y sus testimonios, y sus estatutos con todo el corazón, y con toda el alma, y que cumplirían las palabras de este pacto, escritas en aquel libro: y todo el pueblo entró en el pacto.
Y al tiempo del sacrificio de la tarde, me levanté de mi aflicción, y rasgados mis vestidos y mi manto, caí sobre mis rodillas, y extendiendo mis manos hacia Jehová mi Dios,
¡Oye la voz de mis ruegos, cuando clamo a ti, cuando alzo mis manos hacia tu santo oráculo!
Y todo el pueblo veía la columna de nube permanecer a la puerta del Tabernáculo; por lo cual se levantaba todo el pueblo, y se postraba cada cual junto a la puerta de su tienda.
Le dijo pues Moisés: Cuando yo saliere de la ciudad, extenderé mis manos hacia Jehová, y los truenos cesarán, y no habrá más granizo: para que sepas que de Jehová es la tierra.
Moisés entonces salió de la presencia de Faraón, afuera de la ciudad, y extendió las manos hacia Jehová; con lo cual cesaron los truenos y el granizo, y la lluvia no se derramó más sobre la tierra.
Y cuando extendáis vuestras manos, esconderé de vosotros mi rostro; y cuando hagáis muchas oraciones, no oiré: ¡vuestras manos están llenas de sangre!
¶Deseo pues que oren los hombres en todo lugar, alzando manos santas, sin ira ni disensión.