¶Y el peso del oro que venia a Salomón cada año era de seiscientos sesenta y seis talentos de oro;
1 Reyes 3:13 - Biblia Version Moderna (1929) Y además, lo que no pediste te lo doy, así riqueza como gloria, tales, que no haya entre los reyes ninguno como tú en todos tus días. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días. Biblia Nueva Traducción Viviente Además, te daré lo que no me pediste: riquezas y fama. Ningún otro rey del mundo se comparará a ti por el resto de tu vida. Biblia Católica (Latinoamericana) Y además te daré lo que tú no has pedido: tendrás riquezas y gloria más que ningún otro rey de la tierra durante tu vida. La Biblia Textual 3a Edicion Y también te concedo lo que no has pedido, así riquezas como honores, de modo que no habrá entre los reyes hombre como tú en todos tus días. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y te concedo, además, lo que no me has pedido: riquezas y gloria tales que no habrá ningún rey como tú mientras vivas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días. |
¶Y el peso del oro que venia a Salomón cada año era de seiscientos sesenta y seis talentos de oro;
Y Jehová engrandeció a Salomón en extremo a los ojos de todo Israel; y puso sobre él tal majestad real cual nunca había habido sobre ningún rey de Israel antes de él.
¶Así el rey Salomón fué más grande que todos los reyes de la tierra en riquezas y en sabiduría.
¿Acaso no fué por esto mismo que pecó Salomón rey de Israel? Y entre muchas naciones no hubo rey como él, y era amado de su Dios, y Dios le hizo rey sobre todo Israel: sin embargo, aun a éste le hicieron pecar las mujeres extranjeras.
En su mano derecha trae la larga vida, y en su izquierda riquezas y honores.
Dará a tu cabeza una b guirnalda de gracia; diadema de hermosura te entregará.
es el caso de un hombre a quien Dios le ha dado riquezas y haberes y honra, de modo que no le falta nada de cuanto pueda desear; y con todo, Dios no le concede la facultad de gozar de ello, sino que algún extraño lo disfruta. ¡Vanidad es esto, y pesar muy doloroso!
Mas buscad primeramente el reino de Dios, y su justicia; y todas estas cosas os serán dadas por añadidura.
El que ni aun a su propio Hijo perdonó, sino que le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos ha de dar también de pura gracia, todas las cosas juntamente con él?
¶¡Y al que es poderoso para hacer infinitamente más de todo cuanto podemos pedir, ni aun pensar, según el poder que obra en nosotros,