Y DESPUÉS de estas cosas aconteció, que, teniendo Nabot jezreelita una viña que estaba en Jezreel, junto al palacio de Acab, rey de Samaria,
1 Reyes 21:16 - Biblia Version Moderna (1929) Y fué así, que como oyese Acab que era muerto Nabot, se levantó Acab, para descender a la viña de Nabot jezreelita, a tomar posesión de ella. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y oyendo Acab que Nabot era muerto, se levantó para descender a la viña de Nabot de Jezreel, para tomar posesión de ella. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Acab bajó de inmediato al viñedo de Nabot para tomarlo en posesión. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando Ajab oyó que Nabot había muerto, se levantó, bajó a Jezrael y tomó posesión de la viña de Nabot. La Biblia Textual 3a Edicion Y sucedió que cuando Acab oyó que Nabot había muerto, se levantó Acab para bajar al viñedo de Nabot jezreelita y tomar posesión de él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Apenas oyó Ajab que Nabot había muerto, se levantó y bajó a la viña de Nabot de Yizreel, para tomar posesión de ella. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y sucedió que cuando Acab oyó que Nabot había muerto, se levantó para descender a la viña de Nabot de Jezreel, para tomar posesión de ella. |
Y DESPUÉS de estas cosas aconteció, que, teniendo Nabot jezreelita una viña que estaba en Jezreel, junto al palacio de Acab, rey de Samaria,
Y sucedió que cuando oyó Jezabel que había sido apedreado Nabot y que era muerto, Jezabel dijo a Acab: ¡Levántate, toma posesión de la viña de Nabot jezreelita, el cual se negó a dártela por dinero; que ya no vive Nabot, sino que es muerto!
Mas cuando llegó a la colina, él lo tomó de mano de ellos, y lo guardó en casa; luego despachó a los hombres, y ellos se fueron.
Entonces dijo Joram: ¡Únzase el carro! Uncieron pues su carro; y salieron Joram rey de Israel y Ocozías rey de Judá, cada cual en su carro, dirigiéndose al encuentro de Jehú; y en efecto le encontraron en la porción del campo de Nabot jezreelita.
Si veías un ladrón, te complacías en él, y con los adúlteros era tu parte.
Aquel que anda en justicias y habla rectitudes, que rechaza con desprecio la ganancia de opresiones, que sacude sus manos de contacto con los sobornos, que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias, que cierra sus ojos para no ver el mal;
los cuales, conociendo la ley de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.
que, abandonando el camino recto, se han extraviado, siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó la recompensa del mal hacer;