Y por la mañana, madrugando Abraham, aparejó su asno, y tomó dos mozos suyos consigo, y a Isaac su hijo, y partió leña para el holocausto, y levantóse, y fué al lugar que le había dicho Dios.
1 Reyes 2:40 - Biblia Version Moderna (1929) Entonces se levantó Simei, y aparejó su asno, y fué a Gat, a Aquís, en demanda de sus siervos: de manera que Simei se fué y trajo a sus siervos de Gat. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces Simei se levantó y ensilló su asno y fue a Aquis en Gat, para buscar a sus siervos. Fue, pues, Simei, y trajo sus siervos de Gat. Biblia Nueva Traducción Viviente ensilló su burro y fue a Gat a buscarlos. Una vez que los encontró, los llevó de regreso a Jerusalén. Biblia Católica (Latinoamericana) Simei se arregló, ensilló su burro y se dirigió a Gat, donde Aquis, para recuperar a sus siervos. Luego Simei trajo de vuelta de Gat a sus siervos. La Biblia Textual 3a Edicion Y Simei se levantó, enalbardó su asno y fue a Gat, ante Aquís, para buscar a sus siervos. Fue pues Simei e hizo traer a sus siervos de Gat. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se levantó Semeí, aparejó su asno y se fue a Gat, al territorio de Aquís, en busca de sus siervos. Fue y se trajo de Gat a sus siervos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Se levantó entonces Simeí, y enalbardó su asno, y fue a Gat, a Aquís, a procurar sus siervos. Fue, pues, Simeí, y trajo a sus siervos de Gat. |
Y por la mañana, madrugando Abraham, aparejó su asno, y tomó dos mozos suyos consigo, y a Isaac su hijo, y partió leña para el holocausto, y levantóse, y fué al lugar que le había dicho Dios.
Pero aconteció al fin de tres años que se fugaron dos siervos de Simei, yéndose a Aquís hijo de Maaca, rey de Gat. Y le avisaron a Simei, diciendo: He aquí que tus siervos están en Gat.
Y dieron parte a Salomón de como había ido Simei de Jerusalem a Gat, y regresado.
Perturbador de su misma casa es el que codicia una ganancia injusta; mas el que aborrece los sobornos vivirá.
Les dijo, pues: Mirad, y guardaos de toda suerte de codicia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
Porque raíz de toda suerte de males es el amor al dinero; al que aspirando algunos, se han desviado de la fe, y a sí mismos se han traspasado con muchos dolores.