Mas él contestó: No puedo volver contigo, ni entrar contigo en tu casa; ni comeré pan ni beberé contigo agua en este lugar;
1 Reyes 18:4 - Biblia Version Moderna (1929) pues había acontecido, cuando Jezabel iba extirpando a los profetas de Jehová, que Abdías tomó a cien profetas, y los escondió, cincuenta en una cueva, y cincuenta en otra; y los sustentó con pan y agua); Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Porque cuando Jezabel destruía a los profetas de Jehová, Abdías tomó a cien profetas y los escondió de cincuenta en cincuenta en cuevas, y los sustentó con pan y agua. Biblia Nueva Traducción Viviente Cierta vez, cuando Jezabel intentaba matar a todos los profetas del Señor, Abdías escondió a cien de ellos en dos cuevas; metió a cincuenta profetas en cada cueva y les dio comida y agua). Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando Jezabel masacró a los profetas de Yavé, Obadías había tomado a cien de ellos y los había escondido de a cincuenta en cavernas, a donde les llevaba pan y agua. La Biblia Textual 3a Edicion porque cuando Jezabel exterminaba a los profetas de YHVH, Abdías tomó a cien profetas y los ocultó de cincuenta en cincuenta en la cueva, y los sustentó con pan y agua. Biblia Serafín de Ausejo 1975 pues cuando Jezabel intentó exterminar a los profetas de Yahveh, Abdías recogió a cien profetas, los escondió en unas cavernas en dos grupos de cincuenta y les proveyó de pan y de agua. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque cuando Jezabel destruía a los profetas de Jehová, Abdías tomó cien profetas, los cuales escondió de cincuenta en cincuenta en una cueva, y los sustentó con pan y agua. |
Mas él contestó: No puedo volver contigo, ni entrar contigo en tu casa; ni comeré pan ni beberé contigo agua en este lugar;
Y yendo ella a traérsela, él volvió a llamarla, diciendo: Ruégote me traigas un bocado de pan en tu mano.
¿Acaso nunca le fué contado a mi señor lo que hizo tu siervo cuando Jezabel mataba a los profetas de Jehová; cómo escondí de los profetas de Jehová cien hombres, cincuenta en una cueva, y cincuenta en otra, y los sustenté con pan y agua?
y dijo Acab a Abdías: Anda por la tierra a todas las fuentes de aguas, y a todos los arroyos; quizás hallaremos pastos con que guardemos la vida a los caballos y los mulos, para que no nos quedemos privados de bestias.
Entretanto Eliseo estaba sentado en su casa, y los ancianos de la ciudad estaban sentados con él; y envió el rey un hombre a este efecto. Mas antes que llegara el enviado a donde él estaba, dijo Eliseo a los ancianos: ¡Ved cómo ha enviado aquel hijo de homicida a quitarme la cabeza! Mirad que cuando llegue el enviado, le cerréis la puerta, y le rechacéis con la puerta misma; ¿acaso no se oye en pos de él el sonido de los pies de su señor?
Y herirás la casa de Acab tu señor, para que yo vengue la derramada sangre de mis siervos los profetas, y la derramada sangre de todos los siervos de Jehová, a mano de Jezabel.
¶Pero ellos se hicieron perversos, y rebeláronse contra ti, echando tu ley detrás de sus espaldas; y mataron a tus profetas, los cuales testificaron contra ellos para hacerlos volver a ti; y cometieron grandes provocaciones.
¡Dad consejo; haced lo justo; haz que tu sombra sea grata como la noche en los ardores del mediodía; esconde a los desterrados; no descubras al fugitivo!
Pero la mano de Ahicam hijo de Safán, era con Jeremías, para que no fuese entregado en mano del pueblo, para hacerle morir.
¶Entonces los príncipes dijeron a Baruc: Véte, escóndete, tú y Jeremías y no sepa ninguno en donde estáis.
Mas los labradores, tomando a los siervos, apalearon al uno, y mataron al otro, y al otro apedrearon.
porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber: fuí extranjero, y me hospedasteis;
Y respondiendo el Rey, les dirá: En verdad os digo, que en cuanto lo hicisteis a uno de los más pequeños de estos mis hermanos, a mí lo hicisteis.
(de los cuales el mundo no era digno), andando descaminados por los desiertos y por las montañas, y en las cuevas y en las cavernas de la tierra.