¿Ves a un hombre sabio en su propio concepto? más esperanza hay de un insensato que de él.
1 Corintios 3:18 - Biblia Version Moderna (1929) ¶Nadie se engañe a sí mismo. Si alguno de entre vosotros piensa que él es sabio en este siglo, venga a ser insensato, para llegar a ser sabio. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio. Biblia Nueva Traducción Viviente Dejen de engañarse a sí mismos. Si piensan que son sabios de acuerdo con los criterios de este mundo, necesitan volverse necios para ser verdaderamente sabios. Biblia Católica (Latinoamericana) Que nadie se engañe. Si uno es sabio según el mundo y pasa por tal entre ustedes, que se haga tonto y llegará a ser sabio. La Biblia Textual 3a Edicion Nadie se engañe a sí mismo. Si alguno entre vosotros piensa ser sabio en el tiempo presente, hágase necio para llegar a ser sabio. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Que nadie se llame a engaño. Si alguno entre vosotros se tiene por sabio según este mundo, que se haga necio para hacerse sabio; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree ser sabio en este mundo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio. |
¿Ves a un hombre sabio en su propio concepto? más esperanza hay de un insensato que de él.
Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu mismo entendimiento:
¡Ahora pues, oh hijos, escuchadme, y no os apartéis de las palabras de mi boca!
¡Apaciéntase de ceniza, un corazón engañado le extravía, de modo que no pueda libertar a su alma, ni decir: ¿No hay acaso una mentira en mi mano derecha?
¡Ay de los que son sabios a sus propios ojos, y entendidos en su mismo parecer!
Así dice Jehová: No os engañéis, diciendo: De seguro que los Caldeos se apartarán de nosotros; porque no se apartarán.
¿Cómo decís: Somos sabios, y la ley de Jehová está con nosotros? ¡mas he aquí que la pluma mentirosa de los escribas la ha cambiado en mentira!
Y el que fue sembrado entre espinos, es aquel que oye la palabra; mas el afán del siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y viene a quedar sin fruto.
Cualquiera, pues, que se humillare como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.
En verdad os digo, que el que no recibiere el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
En verdad os digo: El que no recibiere el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
Y él dijo: Mirad que no seáis engañados; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: ¡Yo soy el Cristo! y el tiempo se acerca. No vayáis en pos de ellos.
¶Porque no quiero que seáis ignorantes, hermanos, de este misterio (para que no seáis sabios en vuestro propio concepto), que endurecimiento parcial ha acontecido a Israel hasta tanto que la plenitud de los gentiles haya entrado:
Sed de un mismo ánimo entre vosotros. No penséis en cosas altas, sino acomodaos a las que son humildes. No seáis sabios en vuestro propio concepto.
Si alguno destruye el templo de Dios, le destruirá Dios a él; porque el templo de Dios es santo; tales pues sois vosotros.
Nosotros somos insensatos por causa de Cristo, mas vosotros sois sabios en Cristo; nosotros somos débiles, mas vosotros sois fuertes; vosotros tenéis gloria, mas nosotros deshonra.
¿Acaso no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os engañéis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los sodomitas,
Porque si alguno piensa que él es algo, no siendo nada, se engaña a sí mismo.
No os engañéis; Dios no se deja burlar: porque todo cuanto el hombre sembrare, eso también segará.
Nadie os engañe con palabras vanas; pues a causa de estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.
Empero los hombres malos y los impostores irán de mal en peor, engañando, y siendo ellos mismos engañados.
¶Porque nosotros también éramos en un tiempo necios, desobedientes, engañados, sirviendo a diversas concupiscencias y placeres, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos los unos a los otros.
Mas sed hacedores de la palabra, y no solamente oidores de ella, engañándoos a vosotros mismos.
Si alguno piensa que es religioso, y no refrena su lengua, antes engaña su corazón, la religión del tal hombre es vana.
¶Si decimos que no tenemos pecado, a nosotros mismos nos engañamos, y la verdad no está en nosotros.