Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




1 Corintios 2:1 - Biblia Version Moderna (1929)

Y YO, hermanos, cuando fuí a vosotros, no fuí con excelencia de palabra, proclamándoos el testimonio de Dios:

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Amados hermanos, la primera vez que los visité, no me valí de palabras elevadas ni de una sabiduría impresionante para contarles acerca del plan secreto de Dios.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Pues yo, hermanos, cuando fui a ustedes para darles a conocer el proyecto misterioso de Dios, no llegué con oratoria ni grandes teorías.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Cuando yo, hermanos, fui a vosotros, no fui proclamándoos el misterio° de Dios con palabras altisonantes, o de sabiduría.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cuando yo, hermanos, llegué a vosotros, no llegué para anunciaros el misterio de Dios con despliegue de elocuencia o de sabiduría;

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para predicaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



1 Corintios 2:1
23 Tagairtí Cros  

¶Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ah Señor! nunca he sido hombre elocuente, ni en tiempo pasado, ni desde que hablaste con tu siervo; sino que soy torpe de boca y torpe de lengua.


¡A la ley y al testimonio! si no hablaren conforme a esta palabra, son aquellos, para quienes no ha amanecido.


testificando a judíos y también a griegos, el arrepentimiento hacia Dios y la fe hacia nuestro Señor Jesucristo.


Y le ví a Él, que me decía: Date prisa, y sal pronto de Jerusalem, porque de ti no recibirán testimonio respecto de mí.


porque los tales no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus mismos vientres; y con palabras melosas y adulaciones, engañan los corazones de los sencillos.


¶Y al que es poderoso para haceros estables, según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, conforme a la revelación del misterio que por tiempos eternos fué guardado en silencio,


Porque no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no empero con sabiduría de palabras, para que no sea hecha de ningún efecto la cruz de Cristo.


así como el testimonio de Cristo ha sido confirmado entre vosotros;


Las cuales cosas también hablamos, no con palabras que enseña la sabiduría humana, sino que enseña el Espíritu Santo, explicando cosas espirituales con palabras espirituales.


Y mi palabra y mi predicación no fueron con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del Espíritu y con poder:


mas hablamos la sabiduría de Dios en misterio; es decir, sabiduría que ha estado encubierta, la cual predestinó Dios, antes de los siglos, para gloria nuestra;


Porque dice alguno: Sus cartas son de peso y fuertes; mas su presencia corporal es débil, y su palabra despreciable.


Pero aunque yo sea tosco en el hablar, no lo soy empero en el saber: antes bien, en toda forma os lo hicimos manifiesto en todas las cosas.


cuando él viniere, en aquel día, para ser glorificado en sus santos, y para hacerse admirar en todos los que hayan creído: porque nuestro testimonio, dado a vosotros, fué creído.


conforme al glorioso evangelio del bendito Dios, que me fué encomendado.


¶No te avergüences pues del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo; sino antes sufre trabajos conmigo por  causa del evangelio, conforme al poder de Dios;


Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre envió al Hijo para ser el Salvador del mundo.


el cual ha testificado de la palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo, es decir, de todo cuanto vió.


¶Yo Juan, vuestro hermano, y participante con vosotros en la tribulación, y en el reino y la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, a causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús.


Y caí a sus pies para adorarle. Y me dijo: ¡Guárdate de hacerlo! yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos, que mantienen el testimonio de Jesús. ¡Adora a Dios! porque el testimonio de Jesús es el espíritu de profecía.