Del aumento de su dominio y de su paz no habrá fin; se sentará sobre el trono de David y sobre su reino, para establecerlo, y para sustentarlo con juicio y justicia, desde ahora y para siempre. ¡El celo de Jehová de los Ejércitos hará esto!
1 Corintios 15:24 - Biblia Version Moderna (1929) Después viene el fin, cuando él entregará el reino al Dios y Padre suyo, cuando haya ya abolido todo dominio y toda autoridad y poder. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. Biblia Nueva Traducción Viviente Después de eso, vendrá el fin, cuando él le entregará el reino a Dios el Padre, luego de destruir a todo gobernante y poder y toda autoridad. Biblia Católica (Latinoamericana) Luego llegará el fin. Cristo entregará a Dios Padre el Reino después de haber desarmado todas las estructuras, autoridades y fuerzas del universo. La Biblia Textual 3a Edicion Luego el fin: cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando suprima todo imperio, y toda autoridad y poder. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Después, será el final: cuando entregue el reino a Dios Padre, y destruya todo principado y toda potestad y poder. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces vendrá el fin; cuando haya entregado el reino al Dios y Padre, cuando haya abatido todo dominio y toda autoridad y poder. |
Del aumento de su dominio y de su paz no habrá fin; se sentará sobre el trono de David y sobre su reino, para establecerlo, y para sustentarlo con juicio y justicia, desde ahora y para siempre. ¡El celo de Jehová de los Ejércitos hará esto!
Tú empero anda por tu camino hasta que llegue el fin: entretanto descansarás, y te levantarás al goce de tu herencia al fin de los días.
Tú empero, oh Daniel, cierra estas palabras, y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia será aumentada.
Mas él respondió: Anda, Daniel; que estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin.
¶Empero en los días de aquellos reyes, el Dios del cielo establecerá un reino que nunca jamás será destruído, y el reino no será dejado a otro pueblo, sino que desmenuzará y acabará con todos aquellos reinos, en tanto que él mismo permanecerá para todos lossiglos;
Y fuéle dado el dominio, y la gloria, y el reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirviesen: su dominio es un dominio eterno, que jamás pasará, y su reino el que nunca será destruído.
Y el reino, y el dominio, y el señorío de los reinos por debajo de todos los cielos, será dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es un reino eterno; y todos los dominios le servirán y le obedecerán a él.
Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre: mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo.
Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre; ni al Padre conoce nadie, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quisiere revelar.
Acercándose entonces Jesús, les habló, diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y sobre la tierra.
Todas las cosas me son entregadas por mi Padre; y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quisiere revelar.
conociendo Jesús que el Padre había entregado todas las cosas en sus manos, y que había venido de Dios, y estaba para ir a Dios,
Porque estoy persuadido que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni poderes, ni cosas presentes, ni cosas por venir,
dando gracias siempre, por todas las cosas, en el nombre dé nuestro Señor Jesucristo, al Dios y Padre nuestro;
y vosotros estáis completos en él, el cual es la cabeza de todo principado y potestad:
y habiendo completamente desarmado a los principados y a las potestades, los sacó a vista en público, triunfando sobre ellos en virtud de ella.
a quien en sus tiempos manifestará el bendito y único Potentado, Rey de los reyes, y Señor de los señores;
¶Pero el fin de todas las cosas se acerca; sed pues sobrios, y vigilantes en las oraciones:
pues que de esta manera se os suministrará, con rica abundancia, la entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.