Ajitófel, viendo que no se seguía su consejo, aparejó su asno y se fue a su casa, en su ciudad; puso todo en orden y se ahorcó. Así murió, y fue sepultado en el sepulcro de su padre.
Salmos 9:5 - Biblia Martin Nieto tú has defendido mi derecho y me has hecho justicia, sentado en el tribunal, como juez justo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Reprendiste a las naciones, destruiste al malo, Borraste el nombre de ellos eternamente y para siempre. Biblia Nueva Traducción Viviente Reprendiste a las naciones y destruiste a los malvados; borraste sus nombres para siempre. Biblia Católica (Latinoamericana) Has abatido a las naciones, has hecho perecer a los malvados y has borrado su nombre para siempre. La Biblia Textual 3a Edicion g Reprendiste a las naciones, Hiciste perecer al malvado, Has borrado su nombre para siempre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 pues tú llevas mi causa y mi litigio, sentado en tu tribunal de justo juez. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Reprendiste a las naciones, destruiste al malo, has borrado el nombre de ellos eternamente y para siempre. |
Ajitófel, viendo que no se seguía su consejo, aparejó su asno y se fue a su casa, en su ciudad; puso todo en orden y se ahorcó. Así murió, y fue sepultado en el sepulcro de su padre.
¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos hacen proyectos vanos?
Los soberbios no resisten delante de tus ojos, aborreces a todos los malhechores,
echó a las naciones delante de ellos, les repartió la tierra a suertes, estableció en sus tiendas a las tribus de Israel.
¿Por qué han de decir las naciones: 'Dónde está su Dios'?; que las naciones aprendan ante nuestros ojos que hay una venganza por la muerte de tus siervos.
La memoria del justo es bendecida, y el nombre del injusto es maldecido.
La luz de los justos brilla alegremente, pero la lámpara de los injustos se apaga.
Pondré mi trono en Elán y extirparé de allí a sus reyes y a sus jefes -dice el Señor-.
déjame que lo destruya y borre su nombre de la tierra, y te daré una nación más fuerte y más numerosa que ese pueblo.
De su boca sale una espada afilada para herir a las naciones; él las regirá con vara de hierro; él pisa el lagar del vino de la ardiente ira del Dios todopoderoso.
David respondió a Abigaíl: '¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que te ha enviado hoy a mi encuentro!
Cuando David supo que Nabal había muerto, dijo: 'Bendito sea el Señor, que me ha hecho justicia del insulto que recibí de Nabal; impidió a su siervo hacer el mal e hizo recaer la maldad de Nabal sobre su cabeza'. Después David mandó a decir a Abigaíl que quería casarse con ella.
Entonces Saúl dijo a su escudero: 'Desenvaina tu espada y traspásame con ella, no sea que vengan esos incircuncisos y se burlen de mí'. Pero su escudero no quiso, pues tenía mucho miedo. Entonces Saúl agarró su espada y se echó sobre ella.