Pero tú ves la pena y los lamentos, tú los miras y los tomas en tus manos; el desvalido se confía a ti, tú eres el refugio del huérfano.
Salmos 86:1 - Biblia Martin Nieto Oración de David Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Inclina, oh Jehová, tu oído, y escúchame, Porque estoy afligido y menesteroso. Biblia Nueva Traducción Viviente Inclínate, oh Señor, y escucha mi oración; contéstame, porque necesito tu ayuda. Biblia Católica (Latinoamericana) Escúchame, Señor, y respóndeme, pues soy pobre y desamparado;' La Biblia Textual 3a Edicion Oración de David. ¡Oh YHVH, inclina tu oído y respóndeme! Porque estoy afligido y menesteroso. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Oración. De David. Presta oídos, respóndeme, Señor, que soy humilde y pobre; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Oración de David Inclina, oh Jehová, tu oído, y óyeme; porque estoy afligido y necesitado. |
Pero tú ves la pena y los lamentos, tú los miras y los tomas en tus manos; el desvalido se confía a ti, tú eres el refugio del huérfano.
Oración de un afligido que, en su congoja, derrama su llanto ante el Señor
que no quede un calumniador en el país y la desgracia lleve al violento a la ruina.
Yo te llamo porque tú me respondes, oh Dios mío; tiende hacia mí tu oído, escucha mis palabras.
Mírame, Señor, y ten piedad de mí, pues soy un desgraciado y estoy solo;
A ti, Señor, me acojo; que jamás quede yo defraudado; libérame, pues tú eres justo;
Los que miran hacia él quedan radiantes y su rostro no se sonroja más.
Que se alegren y se regocijen en ti todos los que te buscan; que no dejen de decir: 'Dios es grande', los que anhelan tu salvación.
Inclina, Señor, tu oído y escucha; abre, Señor, tus ojos y mira; escucha las palabras de Senaquerib, que ha mandado insultar al Dios vivo.
Todo esto lo ha hecho mi mano, y mío es todo ello -dice el Señor-. Pero aquel en quien fijo yo mis ojos es el humilde, el de contrito corazón, que tiembla a mi palabra.
Inclina, Dios mío, tus oídos y escucha. Abre tus ojos y mira nuestras ruinas y la ciudad sobre la cual se invoca tu nombre. Oh, no; no apoyados en nuestras obras justas presentamos nuestras súplicas ante ti, sino en tu gran misericordia.
'Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de Dios.
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido. Me ha enviado a llevar la buena nueva a los pobres, a anunciar la libertad a los presos, a dar la vista a los ciegos, a liberar a los oprimidos
Mis queridos hermanos, escuchad. ¿No ha elegido Dios a los pobres según el mundo para ser ricos en la fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?