Mas tú, Señor, reinas por siempre, tu memoria permanece por todas las edades.
Salmos 82:8 - Biblia Martin Nieto Levántate, oh Dios, haz justicia en la tierra, pues tú imperas sobre todas las naciones. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Levántate, oh Dios, juzga la tierra; Porque tú heredarás todas las naciones. Biblia Nueva Traducción Viviente Levántate, oh Dios, y juzga a la tierra, porque todas las naciones te pertenecen. Biblia Católica (Latinoamericana) Oh Dios, ponte de pie, juzga la tierra,
pues tú dominas todas las naciones. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Levántate, oh ’Elohim, y juzga la tierra, Porque Tú eres el dueño de todas las naciones! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Levántate, Señor, gobierna tú la tierra, pues las naciones todas son tu herencia. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Levántate, oh Dios, juzga la tierra; porque tú heredarás todas las naciones. |
Mas tú, Señor, reinas por siempre, tu memoria permanece por todas las edades.
de todos los que dicen: 'La lengua es nuestra fuerza, los labios nuestras armas, ¿quién podrá dominarnos?'.
Pídeme y te daré en herencia las naciones, en propiedad los confines de la tierra.
El mundo entero recordará al Señor y al Señor volverá; lo adorarán, postrados ante él, todas las familias de los pueblos.
Nuestra alma está hundida en el polvo y nuestro vientre se arrastra por el suelo.
que el enemigo me persiga y que me alcance, que me estrelle vivo contra el suelo y esparza mis entrañas en el polvo.
cuando Dios se levanta para hacer justicia, para liberar a todos los oprimidos de la tierra.
delante del Señor, porque ya viene, porque viene para gobernar la tierra, para implantar en el mundo la justicia, y entre todos los pueblos la lealtad.
¡Despierta, despierta; vístete de fuerza, brazo del Señor; despierta como antaño en los días de las generaciones antiguas! ¿No eres tú el que partió en dos a Rahab y traspasó al dragón?
La lealtad ha desaparecido del país, no queda un hombre justo. Todos acechan para verter sangre; el hermano a su hermano para ponerle trampas.
Pero yo clavo mis ojos en el Señor; yo espero en Dios, mi salvador; mi Dios me escuchará.
Por eso, espérame - dice el Señor- el día en que me levante como testigo de cargo. Porque he decidido reunir a las gentes, congregar a los reinos, para derramar sobre ellos mi ira, todo el furor de mi cólera; por el fuego de mi celo será devorada toda la tierra.
El séptimo ángel tocó la trompeta, y se oyeron en el cielo voces potentes que decían: El imperio del mundo ha pasado a nuestro señor y a su mesías; él reinará por los siglos de los siglos.