le preparaste el suelo, echó raíces y llenó el país;
Los montes fueron cubiertos de su sombra, Y con sus sarmientos los cedros de Dios.
Nuestra sombra cubrió las montañas; nuestras ramas cubrieron los poderosos cedros.
De su sombra se cubrieron las montañas y de sus pámpanos, los cedros divinos.
Los montes fueron cubiertos por su sombra, Y con sus sarmientos los cedros de Dios.
Le preparaste el suelo, echó grandes raíces, llenó todo el país.
Los collados fueron cubiertos de su sombra; y sus sarmientos fueron como cedros de Dios.
Los árboles del Señor sacian su sed, y los cedros del Líbano que él había plantado.
Mandé delante de vosotros avispas, que pusieron en fuga a los dos reyes amorreos. Esto no lo debes a tu espada ni a tu arco.