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Salmos 8:2 - Biblia Martin Nieto

¡Oh Dios, Señor nuestro, qué admirable es tu nombre por toda la tierra, tu majestad se asienta encima de los cielos!

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Biblia Reina Valera 1960

De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza, A causa de tus enemigos, Para hacer callar al enemigo y al vengativo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

A los niños y a los bebés les has enseñado a hablar de tu fuerza; así silencias a tus enemigos y a todos los que se te oponen.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Hasta bocas de niños y lactantes recuerdan tu poder a tus contrarios y confunden a enemigos y rebeldes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

De la boca de los niños y de los que maman, Estableciste la alabanza frente a tus adversarios, Para hacer callar al enemigo y al vengativo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Oh Yahveh, Señor nuestro, ¡cuán grandioso es tu nombre sobre toda la tierra! Sobre los cielos mismos tu majestad se eleva.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza, a causa de tus enemigos, para hacer cesar al enemigo y al vengativo.

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Salmos 8:2
21 Tagairtí Cros  

que todos alaben el nombre del Señor, porque su nombre es sublime, sólo él; su majestad domina los cielos y la tierra.


Sabed que el Señor distingue al que le es fiel, el Señor me escucha cuando yo le invoco.


Todo el día tengo ante mí mi afrenta y la vergüenza cubre mi semblante,


pone fin a la guerra hasta el confín del mundo, rompe el arco, parte la lanza y quema los escudos.


Álzate, oh Dios, sobre los cielos, que tu gloria domine sobre la tierra entera.


Pero entre los israelitas, desde el hombre al animal, ni siquiera ladrará un perro, para que sepáis la diferencia que hace el Señor entre los egipcios y los israelitas.


Temblor y espanto les asaltan; por la fuerza de tu brazo enmudecen como piedra. Hasta que tu pueblo, oh Señor, haya pasado; hasta que haya pasado este pueblo que adquiriste.


pero los que esperan al Señor renuevan sus fuerzas, remontan el vuelo como águilas, corren sin fatigarse y caminan sin cansarse.


Y se gritaban el uno al otro Santo, santo, santo, Señor todopoderoso; la tierra toda está llena de su gloria.


Él trae la ruina sobre el hombre fuerte y hace venir la destrucción sobre la fortaleza.


El Señor, en cambio, está en su santo templo; silencio ante él, tierra entera.


En aquel tiempo Jesús dijo: 'Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y se las has manifestado a los sencillos.


¿Oyes lo que éstos dicen?'. Jesús les contestó: 'Sí. ¿Nunca habéis leído: De la boca de los pequeños y de los niños de pecho te procuraste alabanzas?'.


En aquel momento, lleno de gozo bajo la acción del Espíritu Santo, dijo: 'Yo te alabo, Padre, señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los hombres sabios y a los entendidos, y se las has manifestado a los sencillos. Sí, Padre, porque así has querido.


Dios eligió lo que el mundo tiene por necio para humillar a los sabios; lo débil, para humillar a los fuertes;


Él guarda los pasos de sus fieles, mientras que los malvados perecerán en las tinieblas, pues no es por la fuerza como vence el hombre.