Salmos 78:4 - Biblia Martin Nieto no se lo ocultaremos a sus hijos; contaremos a la generación futura los títulos de gloria del Señor, su poder y las maravillas que él ha hecho. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 No las encubriremos a sus hijos, Contando a la generación venidera las alabanzas de Jehová, Y su potencia, y las maravillas que hizo. Biblia Nueva Traducción Viviente No les ocultaremos estas verdades a nuestros hijos; a la próxima generación le contaremos de las gloriosas obras del Señor, de su poder y de sus imponentes maravillas. Biblia Católica (Latinoamericana) no deben ignorarlas nuestros hijos.
A la futura generación le contaremos la fama del Señor y su poder, las maravillas que él ha realizado. La Biblia Textual 3a Edicion No los encubriremos a sus hijos. Relataremos a la generación venidera las alabanzas de YHVH, Y de su poder y de las maravillas que hizo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 no podemos callarlo ante sus hijos, contando a las generaciones venideras las glorias del Señor y su poder, los prodigios que él hizo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No las ocultaremos a sus hijos, contando a la generación venidera las alabanzas de Jehová, y su fortaleza, y las obras maravillosas que Él ha hecho. |
proclamando en tu honor mi acción de gracias y pregonando todas tus maravillas.
Piedad, Señor, mira cómo me aplasta mi enemigo, sácame de las puertas de la muerte,
Y cuando tu hijo te pregunte mañana: ¿Qué es esto?, tú le dirás: El Señor nos sacó con mano fuerte de Egipto, de la casa de la esclavitud.
Ese día dirás a tus hijos: Esto es en memoria de lo que por mí hizo el Señor cuando salí de Egipto.
El que vive, el que vive, te alaba como yo en este día. El padre da a conocer a sus hijos tu fidelidad.
Contádselo a vuestros hijos, y vuestros hijos a sus hijos y sus hijos a la generación futura.
Enseñádselas a vuestros hijos y repetídselas sin cesar: lo mismo cuando estéis sentados en casa que cuando vayáis de viaje, lo mismo cuando estés acostado que cuando estés levantado y de pie.
Pon atención, y no te olvides de lo que has visto con tus ojos ni lo dejes escapar nunca de tu corazón. Antes bien, enséñaselo a tus hijos y a tus nietos.
Incúlcaselas a tus hijos y repíteselas cuando estés en casa, lo mismo que cuando estés de viaje, acostado o levantado.