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Salmos 73:3 - Biblia Martin Nieto

pues tuve envidia de los prepotentes viendo la prosperidad de los malvados:

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Biblia Reina Valera 1960

Porque tuve envidia de los arrogantes, Viendo la prosperidad de los impíos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

porque envidiaba a los orgullosos cuando los veía prosperar a pesar de su maldad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

yo sentía envidia de los malos, viendo lo bien que le va a los impíos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Porque tuve envidia de los soberbios, Viendo la prosperidad de los malvados.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

de envidia hacia los fatuos, al contemplar la paz de los impíos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque tuve envidia de los insensatos, cuando vi la prosperidad de los impíos.

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Salmos 73:3
14 Tagairtí Cros  

¡En cambio, están tranquilas las tiendas de los saqueadores, plena seguridad para los que provocan a Dios y creen meterlo en su puño!


Se pasman los justos al saberlo, el inocente se indigna contra el malvado.


¿Por qué viven los malvados, envejecen y sigue su vigor?


Lo dejaba vivir con apoyo y seguridad, mas sus ojos estaban sobre sus caminos.


Su proceder prospera en todo tiempo, tus sentencias quedan muy lejos para él, se burla de todos sus rivales;


Descansa en el Señor, confía en él, no te irrites contra el que prospera ni contra el hombre que maneja intrigas;


No tengas envidia de los pecadores; antes bien, teme siempre al Señor,


No tengas envidia de los delincuentes, ni desees estar con ellos;


No envidies al hombre desalmado ni sigas ninguno de sus caminos;


Estas dos cosas he visto en mis días de vanidad: justo que perece a pesar de su justicia, e injusto que prolonga sus días a pesar de su injusticia.


Muy justo eres tú, Señor, para que yo trate de litigar contigo. No obstante, quiero sólo exponerte un caso: ¿Por qué los malvados prosperan en sus caminos? ¿Por qué viven en paz los traidores?


Por eso llamamos felices a los orgullosos, que, aun haciendo el mal, progresan, provocan a Dios y quedan sin castigo'.


¿O pensáis que en vano dice la Escritura: El Espíritu de Dios, que habita en nosotros, ama hasta con celos?