Salmos 7:5 - Biblia Martin Nieto si he devuelto a mi amigo mal por bien, si me puse a favor del opresor injusto, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Persiga el enemigo mi alma, y alcáncela; Huelle en tierra mi vida, Y mi honra ponga en el polvo. Selah Biblia Nueva Traducción Viviente entonces que mis enemigos me capturen. Deja que me pisoteen y arrastren mi honor por el suelo. Interludio Biblia Católica (Latinoamericana) que mi enemigo me persiga y me alcance, que me aplaste contra el suelo y esparza por el polvo mis entrañas. La Biblia Textual 3a Edicion Que mi enemigo me persiga y me dé alcance, Que pisotee por tierra mi vida, Y ponga mi honra en el polvo. Selah Biblia Serafín de Ausejo 1975 si he pagado al amigo con el mal y expoliado sin causa a mi adversario, Biblia Reina Valera Gómez (2023) que el enemigo persiga mi alma, y la alcance; que pisotee en tierra mi vida, y mi honra ponga en el polvo. (Selah) |
Señor, cuán numerosos son mis opresores, cuántos los que se alzan contra mí,
Las tumbas son para siempre sus mansiones, sus moradas eternas, por más que hayan dado sus nombres a sus tierras.
Tú, oh Dios, que nos has rechazado y no sales ya con nuestras tropas.
Yo la enviaba contra una nación malvada; la mandaba contra un pueblo que me ha irritado, para robarlo, saquearlo y pisotearlo como el lodo de las calles.
En el lagar he pisado yo solo, nadie del pueblo estaba conmigo. Sí, en mi cólera los he pisado, los he pisoteado en mi furor; y su jugo ha salpicado mis ropas y he manchado todos mis vestidos.
¡Oh esperanza de Israel, Señor, todos los que te abandonan serán cubiertos de vergüenza; los que se apartan de ti, serán condenados, porque abandonaron al Señor, la fuente de agua viva!
Sales a salvar a tu pueblo, a salvar a tu ungido. Tú destruyes la casa del malvado, pones al desnudo sus cimientos hasta la roca.
Serán como héroes en la batalla que pisan el polvo de las calles; pelearán porque el Señor está con ellos, y los jinetes serán cubiertos de vergüenza.
Hoy mismo has visto con tus propios ojos cómo el Señor te puso en mis manos en la cueva, y no he querido matarte. Te he perdonado, diciéndome: No pondré mi mano sobre mi señor, porque es el ungido del Señor.
Después dijo a David: 'Tú eres mejor que yo, porque tú me has hecho el bien y yo te hago el mal.
Cuando alguien encuentra a su enemigo, ¿le deja continuar en paz su camino? Que el Señor te recompense el bien que hoy has hecho conmigo.