Mis ojos se apagan por la pena, mis miembros se extinguen como sombras.
Salmos 6:8 - Biblia Martin Nieto Mis ojos se consumen de dolor, se agotan entre tantos opresores. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Apartaos de mí, todos los hacedores de iniquidad; Porque Jehová ha oído la voz de mi lloro. Biblia Nueva Traducción Viviente Váyanse, todos ustedes que hacen el mal, porque el Señor ha oído mi llanto. Biblia Católica (Latinoamericana) Aléjense de mí, ustedes malvados, porque el Señor oyó la voz de mi llanto. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Apartaos de mí todos vosotros, los que hacéis iniquidad! Porque YHVH ha oído la voz de mi llanto, Biblia Serafín de Ausejo 1975 mis ojos se consumen de pesar, envejecen en medio de opresores. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Apartaos de mí, todos los obradores de iniquidad; porque Jehová ha oído la voz de mi llanto. |
Mis ojos se apagan por la pena, mis miembros se extinguen como sombras.
me ha librado de la muerte, mis ojos de las lágrimas, mis pies de la caída.
alejaos de mí todos los malvados, pues quiero cumplir los mandamientos de mi Dios;
Oh Dios, ¡ojalá mataras a los criminales; aleja de mí a los asesinos!
el Señor está cerca de los que lo invocan, de los que lo invocan con sinceridad.
Mas tú, Señor, eres mi escudo, tú eres mi gloria, tú alzas mi cabeza.
Piedad, Señor, que estoy en gran peligro. Se consumen de tristeza mis ojos, mi alma y todas mis entrañas;
Dales lo que su culpa merece, aplasta, oh Dios, en tu cólera a los pueblos.
Sí, pueblo de Sión que habitas en Jerusalén, no llorarás más: él te dará su gracia, atento a tus gritos de súplica; en cuanto lo oiga, te responderá.
'Señor, acuérdate, por favor, de que he caminado fielmente en tu presencia con corazón honrado, haciendo lo que es recto a tus ojos'. Y Ezequías rompió a llorar copiosamente.
'Vete a decir a Ezequías. Esto dice el Señor, Dios de tu padre David: He escuchado tu oración, he visto tus lágrimas y te voy a curar. Dentro de tres días podrás subir al templo del Señor. Y te daré quince años más de vida.
Luego dirá a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
Entonces yo les diré: 'Nunca os conocí. Apartaos de mí, agentes de injusticias'.
Pero él os dirá: No sé de dónde sois; apartaos de mí, agentes de injusticias.
Él, en los días de su vida mortal, presentó con gran clamor y lágrimas oraciones y súplicas al que podía salvarle de la muerte, y fue escuchado en atención a su obediencia;