y les habló largamente de sus riquezas fabulosas, del número de sus hijos y de la estima que el rey le había concedido, engrandeciéndolo por encima de todos sus príncipes y cortesanos. Y añadió:
Salmos 49:6 - Biblia Martin Nieto ¿Por qué voy a temer en días aciagos, cuando me acorralan los explotadores, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Los que confían en sus bienes, Y de la muchedumbre de sus riquezas se jactan, Biblia Nueva Traducción Viviente Ellos se fían de sus posesiones y se jactan de sus grandes riquezas. Biblia Católica (Latinoamericana) de los que en su fortuna se confían
y hacen prevalecer su gran riqueza? La Biblia Textual 3a Edicion Que confían en las riquezas, Y se glorían en sus fortunas inmensas? Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Qué tendré que temer el día de infortunio al cercarme de mal el insidioso? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Los que confían en sus posesiones, y se jactan en la muchedumbre de sus riquezas, |
y les habló largamente de sus riquezas fabulosas, del número de sus hijos y de la estima que el rey le había concedido, engrandeciéndolo por encima de todos sus príncipes y cortesanos. Y añadió:
no tiene miedo de noticias malas, su corazón está firme, confiado en el Señor;
está muy tranquilo y nada teme, terminará por triunfar contra sus opresores.
Por eso Dios te aplastará, te destruirá para siempre, te sacará de tu tienda, te extirpará de la tierra de los vivos.
En Dios, cuya palabra alabo, en Dios confío y ya no tengo miedo; ¿qué podrá hacerme un hombre?
se conjuran, se esconden, vigilan mis pasos tratando de quitarme la vida.
Los hombres del pueblo son un soplo, la gente ilustre, una mentira; cuando se los pone en la balanza, todos juntos pesan menos que un soplo.
La hacienda del rico es su fortín, pero la indigencia del pobre es su pobreza.
El que confía en sus propias riquezas caerá, los justos reverdecerán como follaje.
Si fijas en ella tus ojos, ya no está allí, porque ha echado alas, como el águila ha volado hacia el cielo.
quien quiera presumir, que presuma de esto: De tener inteligencia y conocerme, porque yo soy el Señor, que hago misericordia, derecho y justicia en la tierra. Sí, esto es lo que me agrada -dice el Señor-.
Los discípulos se quedaron asombrados ante estas palabras. Pero Jesús les repitió: 'Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios!
Luego me diré: Tienes muchos bienes almacenados para largos años; descansa, come, bebe y pásalo bien.
A los ricos de este mundo recomiéndales que no sean orgullosos y que no pongan su esperanza en las riquezas caducas, sino en Dios, que nos provee abundantemente de todas las cosas para que disfrutemos de ellas;