Alégrense los cielos, regocíjese la tierra y pregonen los pueblos: 'El Señor es rey'.
Salmos 47:8 - Biblia Martin Nieto porque el rey de toda la tierra es Dios, cantadle un buen cántico. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Reinó Dios sobre las naciones; Se sentó Dios sobre su santo trono. Biblia Nueva Traducción Viviente Dios reina sobre las naciones, sentado en su santo trono. Biblia Católica (Latinoamericana) Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su santo trono. La Biblia Textual 3a Edicion ¡’Elohim reina sobre las naciones! ¡’Elohim se sienta en su santo trono! Biblia Serafín de Ausejo 1975 De la tierra entera él es el rey, cantadle con destreza. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Dios reina sobre las naciones: Sentado está Dios sobre el trono de su santidad. |
Alégrense los cielos, regocíjese la tierra y pregonen los pueblos: 'El Señor es rey'.
juzga a las naciones, amontona cadáveres y tritura cabezas en el mundo entero.
El Señor es rey de majestad vestido: el Señor se ha vestido, se ha ceñido de poder. Tú afirmaste el mundo y no se moverá;
¿Podrá ser tu cómplice un tribunal injusto que comete injusticias al amparo de la ley?
Decid por las naciones: 'El Señor es rey, él afirmó el mundo, y no se moverá; él juzga a los pueblos con justicia'.
El Señor es rey; que se alegre la tierra y exulten las islas incontables.
El Señor es rey, tiemblen las naciones; se sienta sobre querubines, vacile la tierra.
Y el Señor reinará sobre toda la tierra. En aquel día el Señor será único, y único será su nombre.
¡Maldito el tramposo que, teniendo en su rebaño un macho perfecto, hace una promesa y ofrece al Señor en sacrificio otro defectuoso! Yo soy un gran rey -dice el Señor todopoderoso-, y mi nombre es temible entre las naciones.
Acerquémonos, pues, con confianza al trono de la gracia, a fin de obtener misericordia y hallar la gracia del auxilio oportuno.
Luego oí como una voz de potentes truenos, que decía: ¡Aleluya! El Señor, nuestro Dios, todopoderoso, ha establecido su reino.
Vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre él. El cielo y la tierra huyeron de su presencia, sin que se encontrase su lugar.