El espíritu del Señor ha hablado por mí, y su palabra está en mi lengua.
Salmos 45:1 - Biblia Martin Nieto Al maestro de coro. Sobre 'los lirios'. Maskil de los hijos de Coré. Canto al amor Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Rebosa mi corazón palabra buena; Dirijo al rey mi canto; Mi lengua es pluma de escribiente muy ligero. Biblia Nueva Traducción Viviente Hermosas palabras conmueven mi corazón; por eso recitaré un bello poema acerca del rey, pues mi lengua es como la pluma de un hábil poeta. Biblia Católica (Latinoamericana) Lleno me siento de palabras bellas,
recitaré al rey, yo, mi poema:
mi lengua es como un lápiz de escritor. La Biblia Textual 3a Edicion Al director del coro. Sobre lirios.° Maskil de los hijos de Coré. Canción de amor. Rebosa° mi corazón palabra buena, Dirijo al Rey mi canto. Mi lengua es como buril° de diestro escriba: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Del director; con las liras de Susa. De los hijos de Coré. Composición poética; cántico de amor. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Al Músico principal: sobre Sosanim: para los hijos de Coré: Masquil: Canción de amores Rebosa mi corazón palabra buena: Refiero yo al Rey mis obras: Mi lengua es pluma de escribiente muy ligero. |
El espíritu del Señor ha hablado por mí, y su palabra está en mi lengua.
volvió de Babilonia. Era un escriba experto en la ley de Moisés, dada por el Señor, Dios de Israel. El rey le concedió todo lo que deseaba, porque el Señor, su Dios, estaba con él.
Mis palabras salen de un corazón íntegro, mis labios dirán la verdad pura.
Debemos ponderar bien lo que es justo, examinar entre nosotros lo que es bueno.
El corazón del sabio hace su boca sensata, en sus labios es más persuasiva la doctrina.
Quiero cantar para mi amigo una canción de amor hacia su viña. Mi amigo tenía una viña en una loma feraz.
El hombre bueno, de su bondad saca buenas cosas; y el hombre malo, de su maldad saca cosas malas.
Entonces el rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, tomad posesión del reino preparado para vosotros desde el principio del mundo.
Sobre su cabeza pusieron la causa de su condena: 'Éste es Jesús, el rey de los judíos'.
pues los profetas nunca hablaron por su propia cuenta, sino que hablaron de parte de Dios movidos por el Espíritu Santo.