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Salmos 44:4 - Biblia Martin Nieto

No fue su espada la que conquistó la tierra, ni su brazo el que los hizo vencedores; fue tu diestra y tu brazo y la luz de tu rostro, porque tú los amabas.

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Biblia Reina Valera 1960

Tú, oh Dios, eres mi rey; Manda salvación a Jacob.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Tú eres mi Rey y mi Dios; tú decretas las victorias de Israel.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Tú, mi rey y mi Dios es quien decide las victorias de Jacob.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Tú eres mi rey y mi Dios. ¡Ordena la salvación de Jacob!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

No adquirieron el país por la fuerza de su espada, ni fue su propio brazo quien les dio la victoria sino tu diestra y tu brazo y la luz de tu presencia, porque los amabas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Tú, oh Dios, eres mi Rey; manda salvación a Jacob.

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Salmos 44:4
14 Tagairtí Cros  

Manifiesta a su pueblo el poder de sus obras, dándole la heredad de las naciones.


Que Israel se regocije en su hacedor, y los hijos de Sión festejen a su rey.


Un abismo llama a otro abismo al fragor de tus cascadas; todas tus olas y tus crestas pasaron sobre mí.


Pero Dios es mi rey desde el principio, el que obra salvaciones en la tierra:


Pues tú eres el esplendor de su poder, por tu favor se agranda nuestra fuerza.


Tu diestra, Señor, gloriosa en la potencia; tu diestra, Señor, abate al enemigo.


se han aflojado sus amarras, no sostienen ya el mástil, ni ondean las enseñas.


Él la agarró de la mano y la levantó. La fiebre desapareció, y ella se puso a atenderle.


Él, compadecido, extendió la mano, lo tocó y le dijo: 'Quiero, queda limpio'.


Jesús, al ver que acudía más gente, increpó al espíritu inmundo diciendo: 'Espíritu mudo y sordo, yo te lo ordeno: Sal del muchacho y nunca más vuelvas a entrar en él'.


recuerda las grandes pruebas que vieron tus ojos, los milagros y prodigios, la mano fuerte y el brazo poderoso con los que el Señor, tu Dios, te sacó. Así hará también el Señor, tu Dios, con todos los pueblos que temes.


Porque el Señor os amó y porque ha querido cumplir el juramento hecho a vuestros padres, os ha sacado de Egipto con mano poderosa y os ha librado de la casa de la esclavitud, de la mano del Faraón, rey de Egipto.


Mandé delante de vosotros avispas, que pusieron en fuga a los dos reyes amorreos. Esto no lo debes a tu espada ni a tu arco.