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Salmos 4:4 - Biblia Martin Nieto

Sabed que el Señor distingue al que le es fiel, el Señor me escucha cuando yo le invoco.

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Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Temblad, y no pequéis; Meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad. Selah

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Biblia Nueva Traducción Viviente

No pequen al dejar que el enojo los controle; reflexionen durante la noche y quédense en silencio. Interludio

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Si tienen rabia, no se arriesguen, guárdenlo para ustedes, en la cama, y quédense luego callados.

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La Biblia Textual 3a Edicion

¡Temblad, y no pequéis!° Meditad° en vuestro corazón sobre vuestro lecho, Estad en silencio. Selah

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Sabed que el Señor distingue a sus amados, que él me escucha al invocarle.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Asombraos, y no pequéis: Meditad en vuestro corazón sobre vuestra cama, y callad. (Selah)

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Salmos 4:4
17 Tagairtí Cros  

Y dijo al hombre: 'Temer al Señor es la sabiduría; huir del mal, he ahí la inteligencia'.


Los poderosos me persiguen sin razón, pero mi corazón acata tu palabra.


Yo te llamo porque tú me respondes, oh Dios mío; tiende hacia mí tu oído, escucha mis palabras.


Servid al Señor con reverencia, postraos temblorosos ante él,


Señor, cuán numerosos son mis opresores, cuántos los que se alzan contra mí,


Mas tú, Señor, eres mi escudo, tú eres mi gloria, tú alzas mi cabeza.


Que tenga temor de Dios la tierra entera y todos sus habitantes tiemblen ante él;


pone fin a la guerra hasta el confín del mundo, rompe el arco, parte la lanza y quema los escudos.


me saciaré como en banquete espléndido, mi boca te alabará con labios jubilosos.


pienso en los días de antaño, recuerdo los años de otros tiempos;


El camino de los hombres rectos es evitar el mal, guarda su vida el que vigila su camino.


La bondad y la fidelidad reparan el pecado, con el temor de Dios se evita el mal.


No te tengas por sabio; teme al Señor y apártate del mal;


¿No lograréis temerme -dice el Señor-, no temblaréis ante mí, que he puesto la arena como límite al mar, como barrera eterna que no ha de traspasar? Por más que se agita, es impotente; sus olas braman, mas no la rebasarán.


El Señor, en cambio, está en su santo templo; silencio ante él, tierra entera.


Examinaos a vosotros mismos a ver si estáis firmes en la fe; poneos vosotros mismos a prueba. ¿No reconocéis que Jesucristo está en vosotros? A ver si es que no superáis la prueba.


Si os indignáis, no lleguéis a pecar y que vuestra indignación cese ates de que se ponga el sol;