Reuníos y oíd, hijos de Jacob; prestad oídos a Israel, vuestro padre.
Salmos 34:12 - Biblia Martin Nieto Venid, hijos, escuchadme, os voy a enseñar. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¿Quién es el hombre que desea vida, Que desea muchos días para ver el bien? Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Quieres vivir una vida larga y próspera? Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Cuál es el hombre que anhela vivir
y desea gozar días felices? La Biblia Textual 3a Edicion m ¿Quién es el hombre que desea la vida, Que desea muchos días para ver el bien? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Lámed. Venid, hijos, y escuchadme, que el temor del Señor quiero enseñaros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Quién es el hombre que desea vida, que desea muchos días para ver el bien? |
Reuníos y oíd, hijos de Jacob; prestad oídos a Israel, vuestro padre.
Recuerda que mi vida es un soplo, que mis huesos no volverán a ver la dicha.
Le saliste al encuentro con faustas bendiciones, le coronaste con corona de oro puro.
Hijo mío, presta atención a mis palabras, inclina tu oído a mis razones;
Ahora, pues, hijo mío, escúchame, y presta atención a las palabras de mi boca:
El principio de la sabiduría es el temor del Señor; conocer al santo, ésa es la inteligencia.
Fin del discurso. Todo está dicho. Teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque en eso consiste ser hombre.
Resolví en mi corazón regalar mi cuerpo con el vino, guiando mi corazón con la sabiduría, y entregarme a la necedad para ver dónde está la felicidad de los hombres y lo que hacen debajo de los cielos durante los días de su vida.
Pero el que uno coma y beba y goce de la felicidad en todo su trabajo, eso es un don de Dios.
amando al Señor, tu Dios, obedeciéndole y estando unido a él. Ahí está tu vida y tu supervivencia en la tierra que el Señor juró dar a tus padres Abrahán, Isaac y Jacob.
para que temas al Señor, tu Dios, tú y tus hijos y tus nietos, guardando todos los días de tu vida todas las leyes y mandamientos que yo te impongo hoy, y de esta manera viváis largos años.
Por mi parte, lejos de mí pecar contra el Señor dejando de rogar por vosotros y de enseñaros el camino bueno y recto.