David y toda la casa de Israel iban delante del arca cantando y bailando con todas sus fuerzas al son de las cítaras, arpas, tambores, sistros y címbalos.
Salmos 33:2 - Biblia Martin Nieto dad gracias al Señor con la cítara, tocad en su honor con el arpa de diez cuerdas; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Aclamad a Jehová con arpa; Cantadle con salterio y decacordio. Biblia Nueva Traducción Viviente Alaben al Señor con melodías de la lira; toquen música para él en el arpa de diez cuerdas. Biblia Católica (Latinoamericana) Denle gracias, tocando la guitarra,
y al son del arpa entónenle canciones. La Biblia Textual 3a Edicion Dad gracias a YHVH con arpa, Cantadle con salterio y decacordio. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Celebrad al Señor al son de cítaras, cantadle salmos, con el arpa dedacorde; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Alabad a Jehová con arpa, cantadle con salterio y con instrumento de diez cuerdas. |
David y toda la casa de Israel iban delante del arca cantando y bailando con todas sus fuerzas al son de las cítaras, arpas, tambores, sistros y címbalos.
David ordenó a los jefes de los levitas que dispusieran a sus hermanos los cantores con todos los instrumentos musicales de acompañamiento, arpas, cítaras y címbalos, e hicieron resonar bellas melodías en señal de regocijo.
Todo Israel trasladó el arca de la alianza del Señor en medio de aclamaciones al son de las bocinas, las trompetas, los címbalos, las liras y las cítaras.
Hijos de Yedutún: Godolías, Serí, Isaías, Simeí, Yasabías y Matatías, seis, bajo la dirección de Yedutún, que profetizaba al son de la cítara en honor y alabanza del Señor.
Todos cantaban bajo la dirección de su padre en el templo del Señor al son de címbalos, arpas y cítaras en servicio del templo de Dios, bajo las órdenes del rey: Asaf, Yedutún y Hemán.
Oh Dios, voy a cantarte un cantar nuevo, a tocar para ti la lira de diez cuerdas.
Yo te ensalzaré con el arpa por tu fidelidad, Dios mío, y con la cítara tocaré para ti, oh Santo de Israel;
María, la profetisa, hermana de Aarón, tomó en sus manos un tamboril, y las mujeres salieron tras ella con tamboriles y bailando.
Oí una voz que venía del cielo, semejante a la voz de aguas caudalosas y al ruido de un gran trueno. El sonido que oí era como el de citaristas que tocan sus cítaras.
Entonces los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se pusieron de rodillas delante del cordero, teniendo cada uno en la mano un arpa y copas de oro llenas de perfumes (las oraciones de los santos).