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Salmos 32:10 - Biblia Martin Nieto

Muchas desgracias esperan al malvado, el Señor rodea de favores al que en él ha confiado.

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Biblia Reina Valera 1960

Muchos dolores habrá para el impío; Mas al que espera en Jehová, le rodea la misericordia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Muchos son los dolores de los malvados, pero el amor inagotable rodea a los que confían en el Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Muchos son los dolores del impío, pero al que confía en el Señor lo envolverá la gracia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Muchos dolores habrá para el impío, Pero al que confía en YHVH lo rodea la misericordia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Muchos son los dolores del impío, mal al que fía en el Señor la gracia le circunda.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Muchos dolores habrá para el impío; mas al que confía en Jehová, le rodeará la misericordia.

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Salmos 32:10
20 Tagairtí Cros  

hará llover brasas de fuego sobre los injustos, azufre y viento abrasador serán la porción de su copa.


que lluevan sobre ellos carbones encendidos, que se hundan en el abismo y ya no se levanten;


Dichoso el que tiene su ayuda en el Dios de Jacob, y su esperanza en el Señor, su Dios,


el Señor se complace en sus amigos, en aquellos que confían en su amor.


Los que corren tras ellos aumentan sus desgracias. Yo jamás tendré parte en sus cruentos sacrificios, mis labios no pronunciarán jamás su nombre.


para que no se irrite y os veáis perdidos, pues su cólera se inflama en un instante. ¡Dichosos los que en él buscan refugio!


el ángel del Señor acampa en torno a sus fieles y los salva.


puso en mi boca un cantar nuevo, una alabanza para nuestro Dios. Muchos, al verlo, temerán y confiarán en el Señor.


Que se alegren en cambio los que en ti confían, que siempre estén alegres, porque tú los proteges; que se gocen en ti los que aman tu nombre.


Dios, el Señor, es un sol y un escudo, el Señor da la gracia y la gloria; no niega bien alguno al que procede rectamente.


La desventura persigue al delincuente, la felicidad acompaña al justo.


El que presta atención a la palabra encuentra la felicidad, y el que confía en el Señor es dichoso.


Porque el delincuente comete cien delitos, y no le hacen nada; con todo, yo también sé que llega la felicidad a los que temen a Dios, porque lo temen;


¡Ay del injusto! Mal le irá, se le dará según la obra de sus manos.


No hay paz -dice mi Dios- para los malhechores.


Porque el amor al dinero es la raíz de todos los males. Algunos, arrastrados por ese amor al dinero, se han apartado de la fe y están atormentados por muchos remordimientos.