A ti también te arrancará de las fauces de la angustia, en lugar amplio te pondrá sin estrecheces, y de tu mesa desbordará la grasa.
Salmos 23:5 - Biblia Martin Nieto Me preparas una mesa ante mis enemigos, perfumas con ungüento mi cabeza y me llenas la copa a rebosar. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Biblia Nueva Traducción Viviente Me preparas un banquete en presencia de mis enemigos. Me honras ungiendo mi cabeza con aceite. Mi copa se desborda de bendiciones. Biblia Católica (Latinoamericana) La mesa has preparado para mí
frente a mis adversarios,
con aceites perfumas mi cabeza
y rellenas mi copa. La Biblia Textual 3a Edicion Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores, Has ungido mi cabeza con aceite, Mi copa está rebosando. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Enfrente al opresor, me aderezas tú un banquete; con aceite me unges la cabeza, y mi copa rebosa. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Aderezas mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. |
A ti también te arrancará de las fauces de la angustia, en lugar amplio te pondrá sin estrecheces, y de tu mesa desbordará la grasa.
el pan que le da fuerzas, y el vino que le alegra el corazón y hace brillar su rostro más que el mismo aceite.
Señor, tú eres mi copa y mi porción de herencia, tú eres quien mi suerte garantiza.
Yo alabaré su lealtad en la asamblea, cumpliré mis promesas delante de sus fieles.
Tu trono, oh Dios, dura eternamente; el cetro de tu reino es cetro de justicia.
hablaron contra él y se dijeron: ¿No será Dios capaz de aderezar una mesa en el desierto?
Todos tus enemigos serán destruidos, y los obradores de injusticia serán exterminados.
El Señor todopoderoso brindará a todos los pueblos en esta montaña un festín de pingües manjares, un festín de vinos excelentes, de exquisitos manjares, de vinos refinados.
los que beben el vino en ánforas y se ungen con el perfume más fino, pero no se preocupan de la ruina de José.
Tú no me pusiste ungüento en la cabeza, y ésta ha ungido mis pies con perfume.
Así también vosotros estáis ahora tristes; pero yo os veré otra vez, y vuestro corazón se alegrará y nadie os quitará ya vuestra alegría.
El cáliz de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es la comunión con el cuerpo de Cristo?
Dios es el que a nosotros y a vosotros nos mantiene firmes en Cristo y nos ha consagrado.
A aquel que es poderoso para hacer muchísimo más de lo que pedimos o pensamos, en virtud de su poder que actúa en nosotros,
Vosotros, sin embargo, habéis recibido la unción que viene del Santo, y todos tenéis conocimiento.
Pero vosotros haced que la unción que habéis recibido de él permanezca en vosotros; no tenéis necesidad de que nadie os enseñe, ya que la unción, que dice la verdad y nunca la mentira, os enseña todas las cosas; permaneced unidos a Cristo, según ella os ha enseñado.