Y aun esto es todavía poco para ti, Señor, y extiendes también tu promesa a la casa de tu siervo para un futuro lejano, para la duración misma de la humanidad.
Salmos 21:5 - Biblia Martin Nieto Te pidió vida y tú se la concediste, una vida larga, una vida sin fin. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Grande es su gloria en tu salvación; Honra y majestad has puesto sobre él. Biblia Nueva Traducción Viviente Tu victoria le da mucha honra, y lo has vestido de esplendor y majestad. Biblia Católica (Latinoamericana) Debido a tu favor, será muy famoso, derramas sobre él honor y majestad. La Biblia Textual 3a Edicion Grande es su gloria por tu salvación, Has puesto sobre él honra y majestad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Vida larga te pide, y tú le das abundancia de días, por los siglos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Grande es su gloria en tu salvación; honra y majestad has puesto sobre él. |
Y aun esto es todavía poco para ti, Señor, y extiendes también tu promesa a la casa de tu siervo para un futuro lejano, para la duración misma de la humanidad.
Si sigues mis caminos y cumples mis leyes y mandamientos, como lo hizo tu padre David, yo alargaré tus días'.
bendice la casa de tu siervo para que subsista eternamente en tu presencia; porque aquel a quien tú bendices, será bendito para siempre'.
Es como el rocío del Hermón que baja por las montañas de Sión. Allí manda el Señor la bendición, la vida para siempre.
¿qué es el hombre para que te acuerdes de él, el ser humano para que de él te preocupes?
su presencia está llena de esplendor y majestad, y su santuario, de potencia y hermosura.
¿Quién es éste que llega de Edón, de Bosra, con vestidos de púrpura; que, espléndido en su aderezo, avanza majestuoso en la plenitud de su fuerza? Soy yo, el que profeso la justicia y soy grande en salvar.
Jesús se acercó y les dijo: 'Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra.
Así habló Jesús. Luego, levantando sus ojos al cielo, dijo: 'Padre, ha llegado la hora; glorifica a tu hijo, para que tu hijo te glorifique a ti,
Yo les he dado la gloria que tú me diste para que sean uno, como nosotros somos uno.
Ahora, Padre, glorifícame tú junto a ti con la gloria que tenía contigo antes de existir el mundo'.
El punto capital de lo que estamos diciendo es que tenemos un sumo sacerdote que está sentado a la derecha del trono de la majestad en los cielos,
el cual una vez sometidos los ángeles las potestades y las virtudes, subió al cielo y está sentado a la diestra de Dios.