Y el ángel le dijo: 'No lleves tu mano sobre el muchacho, ni le hagas mal alguno. Ya veo que temes a Dios, porque no me has negado a tu hijo, tu hijo único'.
Salmos 19:9 - Biblia Martin Nieto los preceptos del Señor son justos, reportan alegría al corazón; los mandamientos del Señor son límpidos, dan luz a los ojos; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos. Biblia Nueva Traducción Viviente La reverencia al Señor es pura; permanece para siempre. Las leyes del Señor son verdaderas; cada una de ellas es imparcial. Biblia Católica (Latinoamericana) El temor del Señor es un diamante,
que dura para siempre;
los juicios del Señor son verdad,
y todos por igual se verifican. La Biblia Textual 3a Edicion El temor de YHVH es limpio, Permanece para siempre, Los juicios de YHVH son verdad, Todos justos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 sus mandatos son rectos, alegran las entrañas; sus preceptos son puros, iluminan los ojos, Biblia Reina Valera Gómez (2023) El temor de Jehová, es limpio, que permanece para siempre; los juicios de Jehová son verdad, todos justos. |
Y el ángel le dijo: 'No lleves tu mano sobre el muchacho, ni le hagas mal alguno. Ya veo que temes a Dios, porque no me has negado a tu hijo, tu hijo único'.
Al tercer día José les dijo: 'Haced esto para salvar la vida, porque yo temo a Dios:
Y va a suceder que, cuando yo me separe de ti, el espíritu del Señor te llevará a un lugar que yo no sé, y después de haber ido a dar la nueva a Ajab, él, al no encontrarte, me matará. Con todo, tu siervo teme al Señor desde su mocedad.
en cambio, los gobernadores que me habían precedido habían gravado al pueblo, percibiendo de él, en concepto de pan y vino, cuarenta monedas de plata cada día; y sus criados también oprimían al pueblo; pero yo no obré así, porque temía a Dios.
Su proceder prospera en todo tiempo, tus sentencias quedan muy lejos para él, se burla de todos sus rivales;
El temor del Señor es el principio de la sabiduría, los que la practican son gente lista: su alabanza permanece eternamente.
Dichosos aquellos cuya conducta es intachable, los que caminan en la ley del Señor;
lo mío serán siempre tus órdenes, pues ellas son la alegría de mi corazón;
Te daré gracias con un corazón recto, instruido por tus sentencias justas.
Yo sé, Señor, que son justas tus sentencias y que me has humillado con razón;
Las palabras del Señor son palabras sinceras, plata pura refinada en el horno siete veces.
Pero tu amor, Señor, llega hasta el cielo, y tu lealtad hasta las nubes,
Temer al Señor es aborrecer el mal; la arrogancia y el orgullo, la mala conducta y la boca perversa, las detesto.
Sí, en el camino de tus juicios esperamos en ti, Señor; tu nombre y tu memoria son el anhelo del alma.
No he hablado en secreto, en un rincón tenebroso de la tierra; no he dicho a la raza de Jacob: ¡Buscadme en el vacío! Yo, el Señor, predico la justicia y anuncio el derecho.
Ellos dijeron: 'El centurión Cornelio, varón justo y temeroso de Dios, que goza de la reputación de todos los judíos, ha recibido aviso de un santo ángel para que te mande llamar y vayas a su casa y oír lo que tengas que decirle'.
Ten presente la bondad y la severidad de Dios: severidad para con los caídos; bondad para contigo, con tal que permanezcas en esa bondad; pues, de lo contrario, también tú serás cortado.
Pues sabemos que el juicio de Dios contra los que hacen tales cosas es conforme a la verdad.
¿Qué nación hay tan grande que tenga leyes y mandamientos tan justos como esta ley que yo os propongo hoy?
Y cantaban el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del cordero, diciendo: ¡Grandes y maravillosas son tus obras, oh Señor, Dios todopoderoso!, ¡justos y verdaderos son tus caminos, oh rey de las naciones!
Y oí al altar que decía: Sí, Señor, Dios todopoderoso, tus sentencias son objetivas y justas.
porque sus sentencias son objetivas y justas, porque ha castigado a la gran prostituta que corrompía la tierra con su prostitución; él ha vengado en ella la sangre de sus siervos.
Respetad al Señor y servidle sinceramente con todo vuestro corazón, considerando las grandes cosas que ha hecho por vosotros.