Salmos 19:12 - Biblia Martin Nieto Por eso tu servidor se instruye en ellos, en guardarlos encuentra gran provecho. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos. Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Cómo puedo conocer todos los pecados escondidos en mi corazón? Límpiame de estas faltas ocultas. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero, ¿quién repara en sus deslices?
Límpiame de los que se me escapan. La Biblia Textual 3a Edicion ¿Quién discernirá sus propios errores? Declárame inocente de los que me son ocultos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Iluminan a tu siervo y en su guarda hay gran provecho. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos. |
sabes cuándo me acuesto y cuándo me levanto, desde lejos te das cuenta de mis pensamientos;
Tu sabiduría es un misterio para mí, es tan sublime que no puedo comprenderla.
Tú, Señor, no retires de mí tu misericordia, que tu amor y tu fidelidad me guarden siempre;
Has puesto nuestras faltas ante ti, nuestras culpas secretas a la luz de tu rostro,
El Señor dijo a Moisés: 'Sube a la montaña y estate allí. Yo te daré unas tablas de piedra con la ley y los mandamientos que he escrito para instruirlos'.
El que desprecia la palabra se perderá, el que respeta el precepto será recompensado.
No hubo nadie que invocara tu nombre, que despertara para apoyarse en ti, pues tú habías escondido tu rostro de nosotros y nos habías dejado a merced de nuestras iniquidades.
El corazón es complejo más que toda otra cosa y perverso: ¿quién lo conoce a fondo?
No me siento culpable de nada; pero no por esto quedo justificado, porque quien me juzga es el Señor.
¡Oh, si tuvieran siempre ese mismo corazón, siempre me temerían, guardarían mis mandamientos y serían felices ellos y sus hijos!
Poned atención y haced lo que el Señor os manda. No os desviéis a derecha ni a izquierda.
En la segunda, por el contrario, entra solamente el sumo sacerdote una vez al año, y provisto de sangre, que ofrece por sus pecados y por los del pueblo.
pero si andamos en la luz, como él está en la luz, entonces estamos unidos unos con otros, y la sangre de Jesús, su Hijo, nos purifica de todo pecado.