Salmos 16:1 - Biblia Martin Nieto Canto de David Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado. Biblia Nueva Traducción Viviente Mantenme a salvo, oh Dios, porque a ti he acudido en busca de refugio. Biblia Católica (Latinoamericana) Guárdame, oh Dios, pues me refugio en ti.
Yo le he dicho: 'Tú eres mi Señor,
no hay dicha para mí fuera de ti. La Biblia Textual 3a Edicion Mictam° de David. Guárdame, oh ’El, porque en ti me he refugiado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Miktam. De David. Guárdame, Dios, pues en ti yo me refugio, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mictam de David Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado. |
Dichoso el que tiene su ayuda en el Dios de Jacob, y su esperanza en el Señor, su Dios,
no he circulado nunca al margen de las leyes, mis pasos no vacilaron jamás por tus caminos.
guárdame como a las pupilas de tus ojos, escóndeme a la sombra de tus alas,
todos los que me ven hacen burla de mí, retuercen la boca, menean la cabeza:
Guárdame, Señor, y sálvame la vida, me he refugiado en ti, no quede defraudado.
Yo decía en mi turbación: 'Estoy dejado de tus ojos'; mas tú escuchaste la voz de mi plegaria, mi grito suplicante.
porque el Señor ama la justicia y no abandona a sus fieles; los malhechores serán para siempre aniquilados y la raza de los criminales será exterminada;
Al maestro de coro. Según 'Paloma que viene de lejos'. Poema de David. Cuando los filisteos le apresaron en Gat
Al maestro de coro. Según 'Lirio de la ley'. Poema de David. Para enseñar.
Señor, Dios mío, tú eres mi refugio, sálvame de mis perseguidores, sálvame;
Dios, el Señor, es un sol y un escudo, el Señor da la gracia y la gloria; no niega bien alguno al que procede rectamente.
El Señor es refugio para los oprimidos, su refugio en los tiempos de la angustia.
Los que amáis al Señor, detestad la injusticia; él guarda la vida de sus fieles, los libra de la mano de los opresores.
Él protege a los que practican la justicia, vigila el camino de sus fieles.
Tuvimos como segura la sentencia de muerte, para que no confiemos en nosotros mismos, sino en Dios, que resucitará a los muertos.
Ésta es la causa de todos estos sufrimientos; pero no me avergüenzo, pues sé en quién he puesto mi confianza y estoy seguro de que él puede guardar hasta el último día lo que me ha encomendado.