Y Dios dijo: 'Haya un firmamento entre las aguas, que separe las unas de las otras'; y así fue:
Salmos 148:4 - Biblia Martin Nieto alabadlo, cielos de los cielos y aguas que estáis por encima de los cielos; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Alabadle, cielos de los cielos, Y las aguas que están sobre los cielos. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Alábenlo, los altos cielos! ¡Alábenlo, los vapores que están mucho más allá de las nubes! Biblia Católica (Latinoamericana) alábenlo cielos de los cielos
y las aguas por encima de los cielos. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Alabadlo, cielos de los cielos, Y las aguas que están sobre los cielos! Biblia Serafín de Ausejo 1975 alabadle, los cielos de los cielos y las aguas que estáis sobre los cielos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Alabadle, cielos de los cielos, y las aguas que están sobre los cielos. |
Y Dios dijo: 'Haya un firmamento entre las aguas, que separe las unas de las otras'; y así fue:
Dios hizo el firmamento, separando por medio de él las aguas que hay debajo de las que hay sobre él.
Era el año seiscientos de la vida de Noé, el día diecisiete del mes segundo, cuando irrumpieron todas las fuentes del abismo y se abrieron las compuertas del cielo.
Pero, ¿será posible que Dios pueda habitar sobre la tierra? Si los cielos en toda su inmensidad no te pueden contener; ¡cuánto menos este templo que yo he construido!
Pero ¿quién sería capaz de construir un templo digno de él, cuando ni todos los cielos lo pueden contener? ¿Quién soy yo para construir un templo, aunque sea sólo para quemar incienso en su honor?
¡Tú solo, Señor, eres el único! Tú hiciste los cielos, el cielo de los cielos y todas sus estrellas, la tierra y todo cuanto encierra, los mares y todo lo que contienen; a todo ello tú le das la vida, y todos los astros del cielo te adoran.
construyes sobre las aguas tus moradas; haces tu carro de las nubes y caminas en las alas del viento;
Que lo alaben los cielos y la tierra, el mar y cuanto en él se mueve.
Conozco a un hombre, un cristiano, que hace catorce años -en cuerpo o en espíritu, no lo sé, Dios lo sabe- fue arrebatado hasta el tercer cielo.
Mira; del Señor, tu Dios, son los cielos, aun los más altos, la tierra y todo lo que hay en ella.