Dios miró a la tierra, y vio que estaba corrompida, porque todo mortal había corrompido su camino sobre ella.
Salmos 14:3 - Biblia Martin Nieto Todos están descarriados, en masa pervertidos, no hay nadie que obre bien, ni uno solo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Todos se desviaron, a una se han corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero no, todos se desviaron; todos se corrompieron. No hay ni uno que haga lo bueno, ¡ni uno solo! Biblia Católica (Latinoamericana) Todos están descarriados,
y juntos se han corrompido.
No queda ni un hombre honrado
ni uno de muestra siquiera. La Biblia Textual 3a Edicion Todos se desviaron, a una se han corrompido, No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Todos van desviados, todos a una pervertidos: no hay quien haga el bien, no hay uno siquiera. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Todos se han desviado, a una se han corrompido; no hay quien haga el bien, no hay ni siquiera uno. |
Dios miró a la tierra, y vio que estaba corrompida, porque todo mortal había corrompido su camino sobre ella.
¡cuánto menos un ser abominable y corrompido, el hombre, que bebe como agua la iniquidad!
Ando errante como oveja perdida; búscame, pues no me he olvidado de tus mandamientos.
mis delitos sobrepasan mi cabeza, me aplastan como un peso insoportable;
¡No! Conscientemente cometéis injusticias, abrís camino a la violencia en el país.
El Faraón se levantó de noche, él, todos sus servidores y todos los egipcios, y hubo llanto general en Egipto, porque no había casa donde no hubiera un muerto.
Mira, sólo esto es lo que he comprobado: Dios ha hecho al hombre recto, y es él quien se busca innumerables complicaciones.
Todos nosotros, como ovejas, andábamos errantes; cada cual siguiendo su propio camino. Y el Señor ha hecho recaer sobre él la perversidad de todos nosotros.
No hubo nadie que invocara tu nombre, que despertara para apoyarse en ti, pues tú habías escondido tu rostro de nosotros y nos habías dejado a merced de nuestras iniquidades.
Doble iniquidad ha cometido mi pueblo: me han abandonado a mí, la fuente de agua viva para excavarse aljibes, aljibes agrietados, que no retienen agua.
Os rociaré con agua pura y os purificaré de todas vuestras inmundicias y de todos vuestros ídolos.
¿No os da vergüenza? ¿No hay entre vosotros algún hombre prudente, capaz de hacer justicia entre sus hermanos?
Hermanos míos, ya que tenemos estas promesas, purifiquémonos de todo lo que mancha el cuerpo o el espíritu, perfeccionando nuestra consagración en el temor de Dios.
Nosotros también éramos de ésos cuando nos dejábamos llevar de las apetencias carnales, sujetos a los deseos de nuestros instintos y a nuestra imaginación. Éramos, por naturaleza, objeto de la ira divina, igual que los demás.
Ni un solo hombre de esta generación perversa verá esta buena tierra que yo juré dar a vuestros padres,