Y el rey me dijo: '¿Por qué estás tan triste? Enfermo no estás; tu corazón está afligido'. Entonces, sumamente azorado,
Salmos 13:2 - Biblia Martin Nieto ¿Hasta cuándo, Señor, seguirás olvidándome?, ¿hasta cuándo me esconderás tu rostro? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma, Con tristezas en mi corazón cada día? ¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí? Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Hasta cuándo tendré que luchar con angustia en mi alma, con tristeza en mi corazón día tras día? ¿Hasta cuándo mi enemigo seguirá dominándome? Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Hasta cuándo sentiré angustia en mi alma y tristeza en mi corazón, día tras día? ¿Hasta cuándo mi enemigo triunfará a costa mía? La Biblia Textual 3a Edicion ¿Hasta cuándo he de estar cavilando, Con tristeza en mi corazón cada día? ¿Hasta cuándo prevalecerá mi enemigo? Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Hasta cuándo, Señor? ¿Me olvidarás por siempre? ¿Hasta cuándo esconderás de mí tu rostro? Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma, con ansiedad en mi corazón cada día? ¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí? |
Y el rey me dijo: '¿Por qué estás tan triste? Enfermo no estás; tu corazón está afligido'. Entonces, sumamente azorado,
Ester respondió: 'El opresor, nuestro enemigo, es este perverso de Amán'. Amán entonces se llenó de pánico ante el rey y la reina.
Si soy culpable, ¡desgraciado de mí! Si inocente, no oso levantar la cabeza, saturado de ignominia, ebrio de aflicción.
para hacer justicia al huérfano, al vejado; que el hombre, nacido de la tierra, no infunda más terror.
Me cercaron los lazos de la muerte, me sorprendieron las redes del abismo, me hundí en la angustia y la tristeza;
lejos de los malvados que me oprimen, de los enemigos mortales que me cercan.
Señor, que no me avergüence de haberte invocado; que se avergüencen los malvados y bajen al silencio del abismo;
me digo: 'Que no se rían de mí, que cuando yo tropiece no se burlen de mí'.
Mis lágrimas son mi pan de día y de noche, y a lo largo del día me repiten: '¿Dónde está tu Dios?'.
Señor, Dios mío, tú eres mi refugio, sálvame de mis perseguidores, sálvame;
¿Hasta cuándo, oh Dios, seguirá blasfemando el enemigo?, ¿hasta cuándo seguirá ultrajando el opresor?
Recuérdalo, Señor: el enemigo ha blasfemado contra ti, un pueblo de locos ha ultrajado tu nombre.
¡Oh Dios, Señor nuestro, qué admirable es tu nombre por toda la tierra, tu majestad se asienta encima de los cielos!
Has vencido a las gentes, destruido al malvado, has borrado su nombre para siempre;
He comprobado que lo mejor y más conveniente para el hombre es comer y beber y gozar del bienestar en todo el trabajo en que se afana bajo el sol durante los días de su vida que Dios le ha dado, porque ésta es su parte.
¿Por qué mi dolor no tiene fin? ¿Por qué mi herida es incurable, indócil al remedio? ¿Vas a ser para mí como un arroyo engañador, de aguas caprichosas?
Tú dices: ¡Ay de mí, pues el Señor acumula en mí penas y dolores! Estoy agotado de gemir y no encuentro alivio.
Sus adversarios prevalecen, sus enemigos son felices; porque el Señor la ha afligido por sus muchos pecados; sus niños han marchado al destierro delante del perseguidor.
¡Hasta en sus ropas hay inmundicia! No pensaba en este fin; se hundió estruendosamente ¡y nadie la consuela! Mira, Señor, su aflicción, que el enemigo triunfa.
¿Por qué nos vas a olvidar para siempre, por qué abandonarnos por tanto tiempo?
Todos los días estaba con vosotros en el templo, y no me echasteis mano; pero ésta es vuestra hora y el poder de las tinieblas'.
sino que, porque os he dicho estas cosas, la tristeza ha llenado vuestro corazón.
Cierto que enfermó y estuvo a las puertas de la muerte, pero Dios tuvo misericordia de él; y no sólo de él, sino también de mí, para que no tuviese yo tristeza sobre tristeza.
Hoy has demostrado que te portas bien conmigo, pues el Señor me ha puesto en tus manos y no me has matado.