Ajab llamó a Abdías, su mayordomo, el cual era muy temeroso del Señor:
Salmos 112:1 - Biblia Martin Nieto ¡Aleluya! Dichoso el hombre que teme al Señor y ama sus mandamientos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, Y en sus mandamientos se deleita en gran manera. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Alabado sea el Señor! ¡Qué felices son los que temen al Señor y se deleitan en obedecer sus mandatos! Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Aleluya!
¡Feliz el hombre que teme al Señor
y valora mucho sus mandamientos! La Biblia Textual 3a Edicion ¡Aleluya! a ¡Oh, las bienaventuranzas del hombre que teme a YHVH, b Y en sus mandamientos se deleita en gran manera! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Aleluya. Álef. Dichoso el hombre que teme al Señor Bet. y tiene en sus mandatos su contento. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Aleluya Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, y en sus mandamientos se deleita en gran manera. |
Ajab llamó a Abdías, su mayordomo, el cual era muy temeroso del Señor:
¡Aleluya! Doy gracias al Señor de todo corazón en la reunión de los hombres justos y en la asamblea general.
El temor del Señor es el principio de la sabiduría, los que la practican son gente lista: su alabanza permanece eternamente.
yo encuentro la alegría en cumplir tus decretos más que en todas las riquezas;
Me aplasta la angustia y la opresión, pero tus mandamientos hacen mis delicias;
llévame por el camino de tus mandamientos, pues en él encuentro mi felicidad;
¡Qué bueno es cantar para el Señor!, ¡qué agradable alabar a nuestro Dios!
¡Aleluya! Alabad al Señor en su santuario, alabadlo en su majestuoso firmamento,
por lo que entonces dije: 'Aquí estoy, en el libro está escrito de mí:
Porque el delincuente comete cien delitos, y no le hacen nada; con todo, yo también sé que llega la felicidad a los que temen a Dios, porque lo temen;
El que de vosotros tema al Señor y escuche la voz de su siervo, el que camine en tinieblas, sin ver ninguna claridad, confíe en el nombre del Señor y apóyese en su Dios.
su misericordia de generación en generación / para todos sus fieles. /
Porque el deseo de la carne es la muerte, pero el pensamiento del espíritu es la vida y la paz.